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CRÍTICA

'El sueño de la sultana': La utopía feminista enterrada en una reflexión autobiográfica

Crítica de 'El sueño de la sultana', ópera prima de Isabel Herguera. Inspirada en la novela homónima de Begum Rokeya. Nominadal a los 29 Premios Forqué a la mejor película de animación.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 17 de Noviembre 2023 | 16:50
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Imagen de 'El sueño de la sultana'
Imagen de 'El sueño de la sultana' (Filmin)

En 1905, la autora bengalí Begum Rokeya, publicó una utopía feminista titulada 'El sueño de la sultana'. Feminista procedente de Bangladés, feminista musulmana, escritora y activista política, se trata de un relato fascinante que narra un mundo llamado Ladyland, en el que los roles se invierten y son los varones los que permanecen en casa, mientras que las mujeres salen a trabajar.

'El sueño de la sultana', con un punto de sátira, mostraba el absurdo de la práctica tradicional de purdah. Dentro de la cultura musulmana e hindú del norte de la India, que consiste en recluir y ocultar a las mujeres de los hombres, a excepción de sus parientes directos. Es uno de los mayores actos machistas a los que se enfrentan las mujeres de la región, dado que sigue estando muy presente en países de Oriente Medio con un carácter muy patriarcal, como sucede en el Afganistán bajo el yugo talibán.

El sueño de la sultana

La novela, escrita en inglés y bangla, es comparada con 'El planeta de los simios', siendo una rara avis dentro del género de la ciencia ficción, en el que deja en ridículo estereotipos muy marcados en la sociedad bengalí de inicios del siglo XX. La novela de Rokeya es todo un símbolo del feminismo de Oriente Medio y un ejemplo de lucha. De ahí, que cualquier adaptación cinematográfica se vea con expectación. Presentada en la Sección Oficial del 71 Festival de San Sebastián (donde se llevó el Premio de Cine Vasco), la ópera prima de Isabel Herguera tenía un buen referente, ayudado por un estilo de animación fascinante.

Desafortunadamente, puede considerarse como una de las grandes decepciones del año. Lo es porque la premisa no está a la altura ni de la obra de Rokeya como tampoco del estilo de animación por el que se apuesta. Primero, la referencia a Ladyland y la historia termina quedándose en un segundo plano. El film se centra especialmente en el viaje de Inés, una mujer procedente del País Vasco que está visitando la India y donde encuentra por casualidad, en una librería, la novela de Rokeya.

El sueño de la sultana

Se supone que la historia de Rokeya sirve de columna vertebral para el largometraje, en el que se combina la premisa de la novela con las vivencias de su protagonista. Con guion escrito por la propia Isabel Herguera junto con Gianmarco Serra, la cineasta se enfoca demasiado en esta parte, de índole autobiográfica, en la que se pierde demasiado.

Animación espléndida para una película que no está a la altura

En ese viaje interior, en el que se percibe una especie de ejercicio de autodescubrimiento, 'El sueño de la sultana' se pierde, su mensaje feminista queda diluido en una historia personal que no está a la altura de la novela que da título a la cinta. A pesar de ser un largometraje que ha llevado más de un decenio en tomar forma, se nota demasiado que no se sabe si quiere ser un relato que adapte la obra de Rokeya o que la utilice como premisa para narrar otra cosa.

El sueño de la sultana

En esa ausencia de equilibrio, provoca que se esté ante un relato dispero, cuya fuerza feminista (una vez más, cabe recalcar que es un relato de 1905 y escrito por una autora bengalí y musulmana, toda una hazaña) queda enterrada en reflexiones autorreferenciales que son huecas en su mensaje y vacía en sus intenciones.

Sólo su animación se salva, inspirándose en los dibujos de tinta y acuarelas de los cuadernos de viaje de Herguera. Es más que acertado, se está ante un estilo propio, que trae la esencia de la virtudes del cine de animación europeo. En esa línea, 'El sueño de la sultana' es un derroche visual, a la altura de la reciente 'Dispararon al pianista' de Fernando Trueba y Javier Mariscal o 'La jeune fille sans mains' de Sébastien Laudenbach.

Pero una animación magistral no es suficiente para salvar a una película (si no, que se lo digan a Disney con 'Mundo extraño' o Shaft con 'Fireworks'). 'El sueño de la sultana' aspiraba a ser uno de esos grandes largometrajes del año, llevando a la cinta a codearse con 'El pan de la guerra' de Cartoon Saloon. Desafortunadamente, se queda en tierra de nadie.

5
Lo mejor: Su estilo de animación es magnífico, consigue cautivar y ofrece una mirada diferente a la animación adulta producida en España.
Lo peor: Su narración es caótica y deja en un segundo plano a la novela que inspira el título de la película.