Los episodios del revival de 'The Twilight Zone' de peor a mejor

'The Twilight Zone' siempre se ha distinguido por sus conceptos originales, tramas con un gancho único que consiguen atraparnos con un resumen de una sola frase. Por desgracia, este episodio carece de esa misma esencia, porque la idea de "tripulación espacial llevada al límite cuando la misión sale mal" ha sido explorada en multitud de títulos como 'Sunshine' de Danny Boyle o 'Solaris' de Tarkovsky.

Lo que hemos visto pocas veces es que este grupo de astronautas esté liderado por una mujer de raza negra, un soplo de aire fresco, muy en la línea de este nuevo espíritu reivindicativo de la serie. Las ideas de claustrofobia, soledad o pérdida del hogar no son nuevas, pero la ejecución sigue siendo muy buena y plantearse si todo es una prueba para llevar a estos científicos al límite resulta interesante. Las interpretaciones son sólidas y el toque de ciencia ficción pura consigue separar al episodio del resto de la temporada con éxito. Puede que este no sea el mejor capítulo del revival, pero sigue siendo televisión de buena calidad.

Un extraño viajero, interpretado por Steven Yeun, llega a un remoto pueblo en mitad de Alaska, este peculiar personaje parece conocer los secretos escondidos en la pequeña población. Paranoia en un thriller psicológico con un antagonista aterrador, eso sí es 'The Twilight Zone'. Con un aire paranoico salido de 'The Monsters Are Due on Maple Street' (uno de los capítulos más populares de 'La dimensión desconocida'), 'A Traveler' consigue desconcertarnos con sus constantes preguntas.

Sin embargo, cuando llega la hora de responder a todas nuestras dudas, el guion no consigue darnos una resolución satisfactoria, inclinándose por un final predecible y carente de sentido sin un mensaje potente, el "plot twist" se queda corto y no termina de darnos ese golpe final, característico de 'The Twilight Zone'. Este capítulo sigue siendo recomendable, pero no podemos evitar decir que 'Maple Street' sería un visionado mucho más interesante, porque no hay nada como un buen clásico de la serie.

Con una metáfora que trata de abrir un debate acerca de la posesión de armas de fuego en los Estados Unidos, el noveno episodio del revival consigue hacer llegar su mensaje de forma clara, demasiado clara, llegando a rayar la obviedad y redundancia. A pesar de lo interesante de su premisa, el episodio no consigue culminar con una respuesta final para el polémico debate que plantea.

Sin embargo, el concepto detrás de su trama es completamente intrigante: "un hombre hereda una peculiar pistola que contiene una bala con su nombre, Jeff. A partir de ese momento, Jeff no dejará de toparse con extraños que se llaman igual que él, preguntándose si esa bala tiene un destinatario concreto". Ver al protagonista enamorarse del arma resulta aterrador, su descenso a la locura nos muestra el poder que pueden tener sobre nosotros aquellos objetos que nos hacen pensar que somos poderosos.

Si la obviedad es uno de los puntos débiles de 'El escorpión azul', 'Replay' cae en la misma trampa, debido en parte a su estructura en bucle, parecida a 'Feliz día de tu muerte' o 'Muñeca rusa'. Su mensaje acerca del racismo y la brutalidad policial, encarnado en el movimiento #BlackLivesMatter, termina siendo dolorosamente repetitivo y tedioso, a pesar de la relevancia de su peso en la actualidad de la sociedad americana.

El concepto de la "cámara mágica", que permite a la protagonista rebobinar el día, es intrigante y sirve para "justificar" el uso de este tropo, pero el mayor atractivo del capítulo es la interpretación de Glenn Fleshler, que da vida al agente Lasky, un personaje desagradable, racista y completamente deleznable, cuya ideología se ve retratada en su aspecto, que resulta repulsivo gracias a la dirección, que pone énfasis en los ruidos que hace al masticar o su aspecto sudoroso. Sin lugar a dudas, uno de los personajes más odiosos y asquerosos de la televisión.

Jordan Peele empezó su carrera en la comedia, y se nota, porque este episodio es una auténtica carta de amor al mundo del stand-up americano. Protagonizado por Kumail Nanjiani y con el siempre hilarante Tracy Morgan, que ofrece una interpretación completamente inquietante, en un registro alejado de lo que nos tiene acostumbrados, este capítulo es uno de los más personales para el nuevo showrunner de la serie.

Su reflexión acerca de la profesión de los monologuistas, que se ganan la vida exponiendo su intimidad delante del público, tiene un oscuro giro, aquello de lo que el protagonista habla desaparece. De esta manera, Peele construye una metáfora acerca de cómo los famosos "regalan" su vida a la audiencia a cambio de su fama.

'Nightmare at 30,000 Feet' es un remake de 'Nightmare at 20,000 Feet', uno de los episodios más icónicos de la serie original, que fue, por cierto, parodiado en uno de los especiales de Halloween de 'Los Simpsons'.

Protagonizado por Adam Scott, este episodio es una auténtica maravilla que hará las delicias de los fans de la serie, puesto que ofrece un giro que actualiza la trama del capítulo original, cambiando a aquella especie de Gremlin por un podcast que parece venir del futuro, augurando un accidente aeronáutico que tendrá como víctima a los pasajeros del avión en el que se encuentra el protagonista, que cederá ante la presión de su propia paranoia, en un desesperado intento por salvar a los tripulantes del vuelo. La trama resulta un poco convulsa, lanzando cabos que no se atan y haciendo preguntas que terminan por no llegar a ningún lado. Sin embargo, la idea del destino ineludible resulta cautivadoramente espeluznante, y le da un aire pesimista y aterrador a la serie.

¿Existe realmente una naturaleza violenta dentro de los hombres? ¿Hay una esencia verdaderamente malvada en la testosterona? Estas preguntas son abordadas en este magnífico capítulo del revival, que ofrece una nueva mirada a la violencia machista. A pesar de su poca sutileza, el episodio consigue ser distinguido dentro de su obviedad gracias a su ejecución, un inquietante thriller de terror con toques de survival horror y apocalipsis zombie que pone las cuestiones de género como centro de atención.

Perfectamente interpretado por su reparto femenino y masculino, el episodio cuenta con un guion que consigue darle ciertos matices a la pregunta y nos hace cuestionarnos si "no todos los hombres" son víctimas de esta trampa genética.

La mitad de los temas y mensajes de esta temporada no tendrían el efecto que tienen de no ser por la figura de Donald Trump, y la idea de la repatriación y la persecución de los inmigrantes en tierra estadounidense es uno de los temas que debía ser abordado por este revival. Y eso mismo es lo que hace el octavo capítulo de la nueva temporada, dándole, como no, un peculiar giro de ciencia ficción a este tema de relevancia social.

Con un mensaje para aquellos que abandonaron su tierra natal y parecen haber olvidado sus raíces, este capítulo nos recuerda que nuestra identidad es importante y que no deberíamos borrarla a cambio de encajar o llegar más lejos en una pirámide social empeñada en poner a los mismos arriba, mientras el resto queda atrapado en el papel de la víctima. No queremos deciros más detalles, pero lo que sí os podemos decir es que tendréis que verlo para entender a qué nos referimos.

'Point of Origin' nos acerca hacia el nuevo clima social de los Estados Unidos con Trump en la presidencia, pero 'Wunderkind' es el episodio que realmente coge la figura del presidente y la deconstruye, reflexionando acerca de los peligros de elegir como líder de una potencia mundial a un incompetente malcriado, sustituyendo la figura del niño-hombre por un auténtico niño, interpretado por el brillante Jacob Tremblay, que consigue aterrarnos con sus constantes pataletas.

La idea de jugar con el poder de la democracia, restándole importancia a uno de los pilares de la sociedad moderna, ya ha sido explorada en otra series como 'Black Mirror', la serie de Netflix ya se planteó esta cuestión en el tercer episodio de la segunda temporada ('The Waldo Moment'). Pero podemos decir que 'The Twilight Zone' consigue marcar la diferencia al abordar el tema con otras herrramientas, en especial la figura infantiloide del presidente americano.

La estructura en flashback, que se pregunta "¿Cómo hemos terminado así?", ofrece una inquietante mirada al futuro del país, con una aterradora imagen de su protagonista, víctima de la tiranía de un líder malcríado con exceso de poder, un Geoffrey Baratheon en versión moderna.

Si a alguien le quedaban dudas sobre si Peele era un auténtico fan de 'La dimensión desconocida', el autor ha tirado por borda cualquier atisbo de incertidumbre al respecto con este episodio meta-ficcional que parece haber salido de la mente de Wes Craven, que ya hizo algo parecido con 'Scream'.

Este episodio tiene que estar en lo más alto del top, no solo por su caracter autoreferencial y autoconsciente, sino porque es una auténtica carta de amor a la serie que hará las delicias de los fans que estén dispuestos a dejarse llevar en un viaje que rompe la cuarta pared, protagonizado por Zazie Beetz en el papel de una guionista obsesionada con la serie original y Peele, Seth Rogen y Betty Gabriel, que se interpretan a sí mismos, en papeles secundarios, este capítulo consigue sorprendernos por su atención al detalle y su corazón, demostrando que Peele es el hombre adecuado para dar una nueva vida a la serie.

Lo mejor del episodio es su final, que cierra un círculo de más de cinco décadas, que se abrió en el último capítulo de la primera temporada de la serie, emitido en 1959, con un mensaje acerca del escapismo de la ficción y los riesgos y recompensas de abandonarse a la fantasía. Aunque, lo mejor es el homenaje a su creador, un guiño a la altura de la figura de Rod Serling, la clase de conmemoración que solo podría tener cabida aquí, en 'La dimensión desconocida'.