Los mejores políticos y políticas de la ficción televisiva

'Borgen' se convirtió en la sensación de la televisión danesa al retratar y celebrar la democracia en el país nórdico. La serie se vale del personaje de Birgitte Nyborg (interpretada maravillosamente por Sidse Babett Knudsen) para mostrar que una política sana es posible: por ejemplo, uno de los primeros conflictos a los que se enfrenta es cuando le llegan pruebas de que el primer ministro ha utilizado fondos públicos para su beneficio personal y decide no usar esa información en un debate electoral porque no se ha contrastado.

Por supuesto que toma decisiones difíciles y cuestionables, sobre todo cuando se convierte en primera ministra, pero siempre desde una concepción íntegra del gobierno, fiel a sus principios y al proyecto colectivo por encima de su persona. Además, su gran capacidad de negociación con políticos de cualquier tendencia y su liderazgo sin despotismo son las bazas que hacen de ella la presidenta soñada por cualquier ciudadano.

Sin perder perspectiva de que 'Juego de Tronos' tiene lugar en un universo fantástico y absolutista, Tyrion Lannister como Mano del rey Joffrey Baratheon, y más tarde de la Reina Daenerys Targaryen, es un soplo de aire fresco entre tanta tiranía y luchas totalitarias por el trono de hierro.

Pese a ser bastante crápula (sobre todo al principio de la serie), el personaje interpretado por el premiadísimo Peter Dinklage es un consejero noble y astuto cuyo sentido de la justicia le hace ponerse en peligro en varias ocasiones al confrontar a sus jefes y decirles lo que no quieren oír. Sus estrategias no siempre llegan a buen puerto, pero siempre están ideadas teniendo en mente la paz de Poniente. Por ello no es de extrañar que, pese a sus errores finales, el rey Bran el Tullido le elija como su Mano en el episodio final de la serie.

La parodia, el surrealismo y la sátira son las señas de identidad de 'Portlandia', la serie creada por los humoristas Fred Armisen y Carrie Brownstein, quienes también interpretan a los únicos personajes fijos de la serie. No obstante, hay otro personaje recurrente en esta caricatura del hipsterismo en Portland: el Alcalde, en la piel del gran Kyle McLachlan ('Twin Peaks'). En una serie donde prima el absurdo sobre todo lo demás, el máximo representante de la ciudad es obviamente otro excéntrico pero que, desde su posición de poder, siempre intenta llevar a cabo nuevas iniciativas, extravagantes sí y exageradamente ecologistas, pero siempre desde la firme convicción y promesa de construir un Portland mejor.

La presidenta de las Doce Colonias de Kobol llega al puesto por accidente y a la vez que se encuentra en una lucha personal contra el cáncer que padece. No obstante, su experiencia política previa como secretaria de educación la convierte pronto en una de las mejores mandatarias que hemos visto en la televisión. El papel interpretado por Mary McDonnell destaca por su capacidad de gestión de crisis, su liderazgo sin titubeos y su toma de las decisiones más complicadas en pos de la supervivencia de la humanidad.

Incluir a Taylor Doose en la lista ha sido una decisión difícil: casi todos tenemos al típico vecino plasta, entrometido, picajoso, que nos mete en planes que no hemos pedido, al que le encantan las reuniones y con el que preferimos no cruzarnos. En Stars Hollow, la localidad ficticia en la que se desarrolla 'Las chicas Gilmore', Doose es ese vecino y, además, ejerce de concejal del pueblo. Sin embargo, consigue ser un miembro muy querido por el resto de habitantes (excepto por Luke Danes, por razones obvias), que acuden siempre a su llamada a las juntas (incluso si estas tienen lugar de madrugada), y que no para de buscar iniciativas y planes de mejora para el lugar donde vive con el fin de hacer de Stars Hollow un lugar donde quedarse o, más bien, un lugar donde poder volver siempre.

La política más entusiasta e idealista de la pequeña pantalla proviene de Pawnee, un pueblo ficticio de Indiana. Leslie Knope (Amy Poehler) es un gran espíritu político que ve al departamento de parques y ocio del que es responsable tan importante o más como el parlamento y es capaz de animar e involucrar al equipo más desmotivado del ayuntamiento (excepto a Ron Swanson, claro) con sus ideas y sus iniciativas. Aunque sus propios vecinos le pongan trabas o no se emocionen como ella con los pequeños logros ella sigue creyendo en una sociedad mejor.

Y ahí es donde reside la grandeza de Leslie: ella está dispuesta a conseguir lo mejor para los demás sin importarle los escollos, porque es trabajadora, es una perfeccionista y una obsesa de su trabajo, cree profundamente en la democracia, en el poder de la política y en la posibilidad de un Pawnee y un país mejor, es feminista (para enmarcar ese "You're ridiculous and men's rights is nothing"), es la mejor y más atenta amiga y, además, es la más ferviente defensora de de los gofres. No es que Leslie Knope sea la mejor representante posible, Leslie Knope es la mejor persona del planeta.

Tenemos que empezar a aceptar que el presidente de los Estados Unidos más carismático y que el mundo entero podría desear solo existe en la ficción. Aaron Sorkin nos lo dejó claro en 'El ala oeste de la Casa Blanca', donde el genial Martin Sheen da vida a Josiah "Jed" Bartlet, el máximo dirigente de la política estadounidense.

Vale que es Sorkin y que su concepción del mundo es demasiado idealista en todas sus creaciones, pero lo cierto es que nos hizo soñar durante siete temporadas con que el encargado de sentarse en el Despacho Oval podría ser honesto, mesurado, académico, con grandes principios e ideales, a veces inalcanzables, con un sólido liderazgo, querido incluso por sus rivales, y con el firme propósito de cumplir su programa, a pesar del gran coste político que esta decisión podía acarrearle. Rodeado de un gabinete compuesto por los mejores profesionales de la comunicación política, el equipo de Bartlet nos hizo creer, realmente, que otra política y que otros políticos no son solo una posibilidad, sino algo a lo que debíamos aspirar siempre.

Lo de que la vida imita al arte es 100% real en el caso de la política ucraniana. En 2015, la comedia 'Servant of the People' ('Servidor del pueblo') fue todo un fenómeno de masas en aquel país. La ficción se centraba en la historia de Vasiliy Petrovich Goloborodko, un profesor concienciado políticamente e inspirador, admirado por unos alumnos que ponen la primera piedra para convertirle en presidente al viralizar sus discursos en contra de la corrupción y ofreciendo sus soluciones.

En un país con una fuerte crisis política, llena de corruptelas y donde la clase dirigente hace aguas, las reflexiones de la serie contribuyeron a un cambio de mentalidad entre la desilusionada población, que llegó a convertir en un mesías al maestro de la ficción. El tirón fue tan grande que en las últimas elecciones, Volodímir Zelenski, el actor protagonista, decidió presentarse a presidente. Con un programa lleno de promesas para acabar con el nepotismo y la corrupción, pronto se puso líder en todas las encuestas y arrasó en los comicios, convirtiéndose en el sexto presidente de Ucrania. ¿Mantendrá la ilusión que consiguió su personaje?