Las películas de la saga 'X-Men', de peor a mejor

Después del fiasco de 'La decisión final', Fox buscó separarse de las entregas de la saga principal para centrarse en varios spin-offs de algunos de sus personajes Marvel más populares, y como no podía ser de otra manera, Lobezno fue el encargado de abrir esta nueva etapa en la franquicia. Por desgracia, el resultado no sería el esperado, ni por parte del estudio ni de los fans.

'X-Men Orígenes: Lobezno' es un desastre, los efectos especiales son, como poco, risibles, la trama es convulsa, contradice la continuidad de la saga (algo más que habitual en esta franquicia) y responde a algunas de las preguntas que nadie se había hecho con respecto al personaje ("¿De dónde sacó Logan su chupa de cuero?" es una de los guiños más innecesarios de toda la saga). La cinta se dedica a reformular el origen del personaje, centrándose en sus garras de adamantium (algo que ya quedó claro en 'X-Men 2') y consigue ofrecer una de las peores interpretaciones de un personaje de cómic en la gran pantalla, desperdiciando el talento de Ryan Reynolds para regalarnos una versión de Deadpool que sigue recibiendo críticas una década más tarde.

Aunque no todo es negativo, como de costumbre, Hugh Jackman está espléndido tanto en los momentos de acción, reflejando la naturaleza salvaje del personaje, así como su lado más sensible y vulnerable. Liev Schreiber está que se sale como Dientes de Dable (aunque el guionista decida no llamar al villano por su apodo en ningún momento) y el prólogo de la película (una secuencia que explora el origen de los poderes de Logan, así como su paso por la historia saltando de guerra en guerra junto a Víctor Creed) es una de las mejores escenas de la película, al igual que la ya icónica escena de Logan desatado después del experimento que le otorga su irrompible esqueleto de adamantium.

'Apocalipsis' es una de las oportunidades perdidas más notables de esta franquicia. La representación del archienemigo de los X-Men no solo dista mucho de su versión comiquera, el villano no intimida, su motivación es vacía y poco sustancial y, en líneas generales, no desprende miedo y carece de personalidad. Ni si quiera el pobre Oscar Isaac es capaz de darle algo de brillo a un personaje mal escrito y con un aspecto poco interesante que no ofrece nada nuevo. Michael Fassbender, Nicholas Hoult y James McAvoy ponen todo su empeño por darle vida al aspecto interpretativo y Jennifer Lawrence, por su parte, parece estar deseando abandonar el barco con una interpretación sin ningún tipo de compromiso con el proyecto.

Los cuatro jinetes (Psylock, Tormenta, Ángel y Magneto) no son interesantes (más allá de Magneto) y aportan nada a la trama y los nuevos miembros del equipo de superhéroes no son especialmente carismáticos, tanto Cíclope como Jean parecen ser una sombra de lo que eran en versiones previas (y eso que Scott Summers nunca fue el personaje favorito de nadie). Más allá de la introducción de Fénix o el regreso de Rondador Nocturno, esta película no tiene mucho que ofrecer más allá de un espectáculo apocalíptico (valga la redundancia) sin ninguna personalidad. La cinta parece estar dirigida sin ningún empeño, casi como si el estudio hubiera decidido hacer la versión más obvia y menos interesante de uno de los villanos más importantes del canon comiquero.

Las contradicciones con respecto a su propia continuidad vuelven a sacarnos de la trama y algunas de las decisiones creativas parecen estar forzadas para dar a los fans algo a lo que aferrarse, como el innecesario cameo de Lobezno (completamente fuera de lugar) o la verdad detrás de la alopecia de Charles Xavier (algo que no necesitaba una explicación de ninguna clase). En resumen, esta película es aburrida e insulsa.

Hablando de oportunidades perdidas, 'La decisión final' no se queda atrás. La saga de 'Fénix Oscura' es uno de los arcos argumentales más interesantes de la historia de los cómics, o al menos uno de los más icónicos. Pero en esta tercera entrega de la franquicia, dirigida por Brett Ratner en lugar de Bryan Singer, la trama de Fénix queda relegada a un segunda plano y comparte escenario con una historia acerca de una cura mutante y el constante conflicto entre los humanos y aquellos a quienes odian y temen, enfrentados en dos bandos: los X-Men y la Hermandad de Magneto.

Tanto Patrick Stewart como Ian McKellen están espléndidos en sus papeles, Jackman vuelve a ofrecer una interpretación a la altura de Lobezno y el resto del reparto no está nada mal, incluso actrices como Halle Berry o Famke Janssen (que no tienen un material con el que trabajar) destacan. Sin embargo, el guion peca de ambicioso, al tratar de incorporar tanto la historia de Jean como la de la cura mutante y el resultado es la peor entrega de la trilogía original. Tal vez habría sido mejor tratar de hacer dos películas distintas, una solución obvia a posteriori pero que nadie pareció ver clara allá por 2006.

La introducción de Bestia (interpretado por un irreconocible Kelsey Gramer) merece una mención a parte, el personaje es una de las mejores interpretaciones de un héroe en la gran pantalla, todo es trasladado a la perfección desde la viñeta: su aspecto, personalidad y compostura. Por desgracia, no podemos decir lo mismo de Juggernaut y su risible traje de músculos hecho con gomaespuma... Parece que Fox no aprendió nada de su interpretación de Ben Grimm en 'Los 4 Fantástcos' un año antes.

La segunda película monográfica de Lobezno traslada a nuestro mutante favorito a Japón, ofreciendo una historia de "pez fuera del agua" con un Logan que busca reencontrarse a sí mismo en un viaje a Asia para mirar a su pasado y, con suerte, labrarse un futuro. La película tiene algunas de las mejores escenas de acción de la franquicia (aquella pelea en lo alto de un tren bala sigue siendo uno de los mejores momentos de acción de toda la saga).

Ver a Logan enfrentarse a infinidad de ninjas y samuráis con sus poderes puestos en jaque ofrece una diversión sin parangón y encontrarnos con un Lobezno herido después de la pérdida de Jean (por segunda vez) nos regala una gran interpretación del personaje, que se muestra vulnerable una vez más. Pero, con un Logan emotivo y unas peleas a la altura de sus poderes, ¿qué puede salir mal? Pues un tercer acto algo desastroso y una batalla final completamente convencional que no aporta nada nuevo y se apega a la fórmula de "héroe contra villano gigante". Aun con todo, 'Lobezno Inmortal' sigue siendo una buena película y, después de haber pasado por las tres peores entregas de la franquicia, es una de las entradas realmente sólidas de este top, abriendo lo que podríamos llamar el "tramo de películas buenas pero no increíbles" de este ránking.

Este título es responsable del relanzamiento de la franquicia, una película arriesgada que optó por cambiar al reparto original, dando una reinterpretación del origen del supergrupo. Ambientada en los años 60 y llena de energía y un casting magnífico, la película de Matthew Vaughn es una maravilla que consiguió volver a ganarse a los fans y la crítica, insuflando nueva vida a la franquicia.

Todo el reparto es magnífico, las nuevas incorporaciones (Banshee, Kaos y Azazel) se agradecen, ya que expanden el universo de incontables mutantes de las viñetas. Fassbender y McAvoy tienen una química a la altura del trabajo de Stewart y Fassbender y Jennifer Lawrence sí que parece querer formar parte de la franquicia, mostrando un entusiasmo que iría desapareciendo con cada entrega de la saga. Kevin Bacon es un villano fantástico, mezquino y carismático y la ambientación sesentera da a la película una personalidad que la distingue del resto de entradas del top, mezclando a los mutantes con la Guerra Fría y la Crisis de los misiles de Cuba.

Esta película debería estar más alto en nuestro top, aunque solo sea por el mérito de dar nueva vida a una franquicia que parecía estar en horas bajas y por darnos el mejor cameo de Lobezno en toda su andadura fílmica. Sin embargo, y por desgracia, hay otros títulos que son mejores, y por eso no puede ocupar un puesto más alto en este ránking.

Con 'Deadpool 2' Ryan Reynolds y compañía cogieron los puntos fuertes de la primera entrega y llevaron el humor y la acción disparatada a nuevos y absurdos límites, y aunque no es mejor que su predecesora, esta película es una de las mejores entregas de la saga mutante. Con una trama de viajes en el tiempo y un reparto diverso y dispuesto a pasárselo pipa, la cinta tiene una energía contagiosa y pone a prueba a su audiencia con un ácido sentido del humor lleno de referencias fílmicas y comiqueras que hacen las delicias de los fans del mercenario más charlatán del cine.

La introducción de Domino (Zazie Beetz) y Cable (Josh Brolin) es perfecta y la interpretación de los personajes, aunque alejada del material original, se amolda perfectamente a la gran pantalla. La acción está rodada y ejecutada de manera impecable, mezclándose con la comedia en perfecto equilibrio y ver a Reynolds volcarse en el proyecto es un todo un placer.

Aunque la cinta se empeñe en asesinar a su interés amoroso para poner en marcha la trama (metiendo a otra mujer más en la nevera) la ejecución de este detonante es completamente coherente con el personaje, y ver a Deadpool intentar suicidarse una y otra vez para reunirse con su amada es tragicómico hasta decir basta.

Ya lo hemos dejado caer, pero la importancia de la primera 'X-Men' merece ser repetida, porque de no ser por el éxito (tanto en taquilla como en lo que a recepción crítica respecta) de esta película no habría una saga de la que hablar y el actual escenario de Hollywood sería muy distinto, porque si no hubiera sido por Singer, Jackman, Stewart y McKellen no estaríamos en la época dorada del cine comiquero.

Con esta película Fox se arriesgó, pero la ejecución fue perfecta, los coloridos trajes se sustituyeron por uniformes oscuros, que daban a los héroes un aspecto más realista y cercano a nuestro mundo. Los personajes fueron llevados a la gran pantalla con cautela y cariño, y las interpretaciones y el guion estuvieron a la altura del material original, mostrando a los mutantes como una parte de la sociedad, odiada, perseguida y temida.

'X-Men' no solo consiguió dar pie a uno de los universo cinematográficos más influyentes del cine contemporáneo, también supo tomarse sus libertades creativas para ser una gran película, más allá de intentar alcanzar las expectativas de los fans y distinguiéndose del resto de adaptaciones comiqueras. Por todo eso, se merece estar entre las mejores entradas de este top.

Después de varios tropiezos y con las expectativas de los fans más altas que nunca, esta adaptación de una de las tramas más icónicas de los mutantes en las páginas impresas, esta película supo aunar a los personajes de la trilogía original con los protagonistas del reboot de Vaughn mediante una trama de viajes en el tiempo que ofreció a Fox la oportunidad de remediar algunas de sus decisiones creativas menos celebradas.

Con un reparto de incontables mutantes, todos ellos perfectamente interpretados, ambientándose en los 70 y mezclando a los mutantes con la intriga política de la época, esta cinta llevó a los Centinelas a la gran pantalla, después de una breve referencia en 'La decisión final', con un resultado perfecto. El plantel de secundarios estuvo a la altura, Peter Dinklage destacó en mitad de un casting lleno de estrellas (aunque su personaje no fuera la clave de la trama) y la escena de Quicksilver marcó un antes y un después en la saga mutante, dejando el listón muy alto por la creatividad puesta en la interpretación de sus poderes, superando a la versión de Aaron Taylor-Johnson en el UCM.

Cambiando el pasado y futuro de la franquicia, 'Días del futuro pasado' sigue siendo una de las mejores películas de 'X-Men', y el cine superheroico en su totalidad, a día de hoy.

La secuela de 'X-Men' consiguió superar a su predecesora en todos los aspectos, aunando a ambos lados del conflicto mutante en una lucha aun mayor y explorando el origen de Lobezno de forma transversal, sin hacer sombra a la trama pero dando el protagonismo al personaje, que se convertiría en el protagonista absoluto de la franquicia.

La introducción de Rondador Nocturno es una de las mejores incorporaciones de la saga y su escena de inicial en la Casa Blanca sigue siendo uno de los mejores prólogos de las filmografía mutante, y del cine comiquero en general, la interpretación de Brian Cox como Stryker es muy superior a la de Danny Huston y la pelea entre Lobezno y Lady Deathstryke se distingue como una de las mejores batallas cuerpo a cuerpo (o garra a garra en este caso).

El final, trágico y desgarrador, sigue dejándonos con la boca abierta y el sacrificio de Jean ha sido uno de los momentos más emotivos del personaje, que hasta entonces no era más que el centro de un triángulo amoroso entre la heroína, Lobezno y Cíclope.

Los fans de los cómics siempre tuvimos claro que Deadpool podría convertirse en el protagonista perfecta de un spin-off en la gran pantalla. Armado con un factor curativo que rivaliza con el de Lobezno y su sentido del humor, irreverente y rompedor (que llega a traspasar la cuarta pared) este mercenario bocazas marcó un antes y un después en la gran pantalla cuando su primera película monográfica se convirtió en un megaéxito taquillero.

Ryan Reynolds supo resarcirse después del fracaso de 'Orígenes: Lobezno', sabiendo reírse de sí mismo y el género superheroico, así como la franquicia de Fox. Más allá de su sentido del humor, 'Deadpool' trajo una nueva mirada a la hora de filmar la acción y asentó las bases de su trama en el núcleo emocional de una historia de amor que moviera la trama adelante, motivando al protagonista. Por su excelente sentido del humor, su acción disparatada y su historia de amor, esta película destaca entre todas las entradas del ránking y es la segunda mejor película del top.

Después de casi dos décadas y un total de 12 películas, Jackman se despidió de Lobezno por la puerta grande, firmando la mejor película de la saga con este dramático y sangriento western post-apocalíptico protagonizado por un héroe caído en desgracia en busca de una última oportunidad de redención. La interpretación de Jackman y Stewart es completamente desgarradora y emotiva y la jovencísima Dafne Keen consigue brillar pese a su poco diálogo. La dirección es brillante y lejos de utilizar la violencia como un factor de entretenimiento al estilo de 'Deadpool' (que ridiculiza el gore utilizándolo como herramienta para la comedia) esta brutal cinta reflexiona acerca de lo que una vida de sangre y dolor le puede hacer a una persona.

Con un guion reflexivo y sombrío, James Mangold le da un corazón y alma a una película que, por otro lado, podría haber sido totalmente deprimente. Mostrando un vistazo al lado más profundo del mutante, que se ve forzado a ser una figura paterna, después de una existencia marcada por la lucha constante contra sus instintos animales. Aunque solo sea por el enorme puñetazo emocional que nos deja, esta película es, con diferencia, la mejor entrega de 'X-Men' y es una de las mejores películas de cómics de la historia. Por todo esto, se merece ocupar el top de este ránking.