Cuando Adam Driver casi fue a la guerra de Irak y otras curiosidades

Tras los terribles atentados del 11-S, Adam Driver no dudó ni un segundo en alistarse como marine en el ejercito de los Estados Unidos. Esta decisión, motivada por un sentimiento patriótico muy intenso, casi nos deja sin uno de los mejores actores de la actualidad.

Durante su citada etapa como marine, Adam Driver estuvo muy cerca de tener que participar activamente en la guerra de Irak. Sin embargo, un aparatoso accidente en bicicleta en el que se rompió el esternón hizo que tuviera que quedarse en casa, situación que aprovechó para replantearse su futuro, tanto personal como profesional.

En un primer momento, Adam Driver rechazó la propuesta de Lena Dunham para incorporarse al reparto de la maravillosa 'Girls'. Sus razones, tan básicas como contundentes, eran que, según confesó el propio actor en una ocasión, "pensaba que la televisión no tenía nada interesante". Por fortuna, para él y para nosotros, cambió de opinión.

Además de la saga de 'Star Wars', Adam Driver estuvo muy cerca de formar parte de otro universo cinematográfico realmente importante: DC. De acuerdo, pocas películas bajo estas siglas han cumplido con las expectativas depositadas, pero, ¿alguien duda que películas como 'Batman v Superman: El Amanecer de La Liga de la Justicia' hubieran mejorado si finalmente el actor hubiera aceptado el papel de Lex Luthor? Los fans, al menos, no lo dudan. Sí rotundo.

Si hay algo que nunca encontraréis haciendo a Adam Driver es viendo sus propias series y películas. De hecho, el actor odia incluso escuchar las entrevistas que le hacen en otros medios como la radio. En definitiva, Adam Driver es el mayor hater de Adam Driver.

Además de su participación en la magistral 'A propósito de Llewyn Davis', Adam Driver ha estado conectado a la música desde pequeño. Y es que, durante su infancia, el actor formó parte del coro de la iglesia de su ciudad. No es complicado imaginar su voz grave destacando entre las demás.

Aunque ya haya tenido la oportunidad de trabajar con cineastas tan esenciales como Martin Scorsese, los hermanos Coen, Spike Lee, Steven Soderbergh o Steven Spielberg, casi nada, Adam Driver ha confesado que sueña con ponerse a las órdenes de Pedro Almodóvar, Paul Thomas Anderson, Michael Haneke y Mike Leigh. Mal gusto, desde luego, no tiene.

Antes de incorporarse al ejercito estadounidense y comenzar su carrera como actor, Adam Driver estuvo trabajando como vendedor para distintas empresas tanto en la modalidad de puerta a puerta como por teléfono. No le gustó demasiado la experiencia.

Para la maravillosa e incomprendida 'Star Wars: Los últimos Jedi', Adam Driver se metió tanto en su papel de miembro del lado oscuro de la Fuerza que, durante todo el rodaje, decidió ser lo más antipático posible con el resto de miembros del reparto. De hecho, según confesó el propio Mark Hamill en una de sus (siempre) jugosas entrevistas, invitó en una ocasión a Driver a comer juntos y recibió una contundente negativa por respuesta. Ni con el mismísimo Luke Skywalker quiso ser agradable.

Adam Driver tiene una técnica para enfrentarse a sus odiadas pruebas de casting. Lo cuenta el propio actor: "Me entreno a mí mismo para odiar a todas las personas en la habitación, así, si no me llaman, puedo decir: '¡da igual, de todos modos no me gustaba esa gente!'". Método infalible.