Enola Holmes, con una naturalidad que solo puede nacer de esa infancia apuntalada por el personaje de Helena Bonham Carter en la ausencia de todo límite asociado a los roles de género, daba sus primeros pasos en Netflix subrayando que estamos ante una detective salvaje y libre, a pesar de ser mujer y por eso mismo. Así el personaje encarnado por Millie Bobby Brown se perfiló con un marcado tono feminista aunque aquella primera película no se redondease en conjunto a un misterio representativo en este sentido. Por el contrario en 'Enola Holmes 2', disponible en Netflix a partir del 4 de noviembre, el equipo responsable de estas adaptaciones da un paso más, apostando por ambientar el caso en un entorno que pone el foco en el borrado femenino de la historia y en los albores de una lucha por la igualdad.
Situada en 1888 (aprox.), cuatro años después de la original, esta secuela pelea por dar con un tono que permita priorizar el entretenimiento a la vez que se denuncian ciertos problemas sociales de actualidad, lanzando ideas concretas y sin descuidar los secretos de su intriga; una misión que puede calificarse de prácticamente imposible. Sale airoso uno de los máximos exponentes del género detectivesco contemporáneo, Rian Johnson, pero el nivel de guion necesario para que brille la mencionada triada, requiere de una habilidad excelsa.
Dicho genio no se encuentra en 'Enola Holmes 2', película que comparte su interés reivindicativo con la saga 'Puñales por la espalda'. La secuela de 'Enola Holmes' también pretende mostrar su disgusto ante ciertas desigualdades sociales a través de la comedia, pero su enfoque es mucho más superficial, no porque la visión sea tremendamente distinta, sino porque el talento, claramente, no es el mismo.
Siendo justos, 'Enola Holmes 2' tiene algún que otro puntazo a este respecto. Destaca su arranque, unos primeros minutos dedicados a llamar la atención sobre el mérito que se llevasen muchos hombres a costa del ingenio de tantísimas mujeres; pero en general da la sensación de que el feminismo es una excusa para envolver a la historia de esa pátina reivindicativa que parece estar tan de moda. En contraposición a la fluidez con la que se trataba todo inconveniente asociado a la condición femenina en el primer film, en la segunda entrega se menciona un hecho histórico cargándolo de ficción y con una mirada tan simplona que se acerca más al lado mercantil del asunto. La cosa se termina compensando con un texto al cierre que da más datos sobre una importante figura del movimiento, pero la balanza entretenimiento/ sólida reivindicación feminista no acaba de compensarse.
Algo mejor parada sale su transversal crítica al racismo, únicamente porque se enfoca a través de una verdadera diversidad en el elenco de la cinta. Muchas veces cuando se busca un cast compuesto tanto por actores blancos como negros, sucede que estos últimos se quedan con los papeles secundarios. En 'Enola Holmes 2' se van dando pasos hacia un núcleo central de personajes realmente diverso, un grupo protagonista que se establece ignorando el color de la piel de los intérpretes, aunque eso sea algo pendiente de explorar en próximas entregas.
Eso sí, la intención al respecto de un futuro generoso en lo que se refiere a las adaptaciones televisivas de Enola, es tan clara que 'Enola 2' ya se puede anotar este tanto, desde una estructura que cuenta, aún sin luz verde, con al menos una tercera película. En este sentido hay que mencionar a los tres creativos que se están encargando de impulsar la franquicia. Harry Bradbeer y Jack Thorne vuelven como productores ejecutivos, y como director y guionista respectivamente, plasmando al personaje ideado por Nancy Springer de la mano de una Brown que además de estrella es productora.
Brown está volcada con Enola y se nota, especialmente en su esfuerzo por dar empaque a uno de los conflictos más importantes de la película, fricción que nace del inevitable tira y afloja entre su vida profesional y la personal. Esta sabueso de Brown tiene un objetivo: convertirse en uno de los mejores detectives de su tiempo, algo que pide una dedicación, ¿total? La búsqueda de un camino que no implique cerrarse a esa faceta romántica que surgiese de la mano del vizconde Tewkesbury (Louis Partridge), propone una vía interesante no solo para la protagonista de esta película sino para su afamado hermano Sherlock.
Henry Cavill vuelve en la piel del investigador que tantos aplausos inspirase de la mano de Robert Downey Jr. y más ampliamente con el saber hacer de Benedict Cumberbatch; encontrando su nicho gracias a una interpretación discreta y contenida. Este Sherlock, tan cerrado a todo sentimiento como suele ser intrínseco a la mayoría de las versiones del personaje, cambia en respuesta a la evolución de su relación con Enola, que empieza a descubrir que quizá la soledad no es un ingrediente necesario para triunfar en la profesión, sino más bien un impedimento.
Aguantando el interés
'Enola Holmes 2' dura 2h 9min lo cual, extrapolado a la extensión media de las películas actuales, no es demasiado. La primera entrega rondaba dicha duración, pero el ritmo terminaba resintiéndose como consecuencia del interés de un caso que palidecía al lado de la segunda línea narrativa del film: la infancia de Enola y su lucha al enfrentarse a un mundo mucho más hostil de lo que imaginaba. En este caso el interés por el argumento aguanta gracias a la alternancia de subtramas que logran atrapar al espectador. De nuevo la incógnita a despejar es lo menos atractivo, una desaparición que se entrelaza con cierta pregunta sin respuesta que quita el sueño a Sherlock; pero al contar con el regreso de Eudoria (Bonham Carter), profundizar algo más, aunque sea mínimamente, en la relación entre Enola y Sherlock, y apostar por el tonteo de Enola y Tewkesbury, el entretenimiento se mantiene.
Además esta segunda aventura de la potencial saga recupera la apuesta estilística de la primera, haciendo un uso inteligente de sus recursos. Destacan los instantes de rotura de la cuarta pared, tan de moda actualmente, y que Bradbeer ya trasladase a la pantalla en 'Fleabag'. Aquel guion de Phoebe Waller-Bridge ha marcado tendencia provocando que el mencionado recurso se utilice actualmente con una intención más o menos cómica y sarcástica, muy recurrente en propuestas recientes. Ahí está 'She-Hulk: Abogada Hulka' y de nuevo 'Enola 2', que aprovecha la conexión emocional instantánea resultante de dicha rotura para mantener su vínculo con el espectador.
En definitiva 'Enola Holmes 2' entretiene y sostiene su intriga, reforzando las fortalezas que han convertido a su protagonista en carne de saga.
Nota: 7
Lo mejor: La denuncia del borrado femenino de la historia con la que arranca el film.
Lo peor: Que igual que a veces brilla con su crítica feminista, en otras ocasiones resulta tan simplona que invita a acordarse del mercantilismo que ha despertado este movimiento.
