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CRÍTICA

'El tiempo contigo': Makoto Shinkai regresa con la digna sucesora de 'Your Name'

Con un Tokio lluvioso como escenario, el director japonés nos vuelve a traer un prodigio de la animación, y una historia de chico conoce a chica vibrante, pero que recuerda mucho a su anterior película.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 21 de Noviembre 2019 | 10:03
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Makoto Shinkai ha demostrado de sobra que tiene pocos rivales a la hora de contar vibrantes historias de amor. El cineasta japonés empezó a despuntar a principios de los 2000 con sus cortos y primeros largometrajes, pero fue en 2016 cuando alcanzó la fama mundial y consiguió que espectadores que difícilmente habrían visto un anime se conmovieran con 'Your Name'. Tres años después ha vuelto con otro romance mezclado con mística: 'El tiempo contigo'. La candidata por Japón para el Oscar a Película Extranjera.

El tiempo contigo

El país, con una industria cinematográfica bastante prolífica, no quiere desperdiciar el paso de este segundo cometa y, conocedores ahora del poder de atracción de las historias de Shinkai, han confiado en Hodaka y Hina para competir contra pesos pesados como 'Parásitos' o 'Dolor y gloria'. Y es lógico: 'El tiempo contigo' es una digna sucesora de 'Your Name', aunque no sea capaz de alcanzarla. Pero empecemos dejando claro que estamos ante una de las películas más conmovedoras del año.

La historia se centra en Hodaka Morishima, un chico de dieciséis años que se marcha de su casa para vivir por su cuenta en Tokio, en un verano en el que no deja de llover. Allí se cruzará con Hina Amano, una chica que es capaz de hacer que salga el sol. Como los dos necesitan el dinero deciden hacer caja con el poder de ella, y poco a poco su relación se irá haciendo más fuerte. Hasta que todo se tuerce. Shinkai aprovecha esta vez las leyendas de las sacerdotisas del tiempo, los dioses que hacen que llueva o salga el sol y demás mitología japonesa para colorear la historia de chico conoce a chica. Un añadido tan interesante como ya lo eran elementos como el lazo rojo de 'Your Name'. Realmente resulta muy atractivo descubrir la imaginería sintoísta, las personalidades (generosas, misteriosas, violentas, crueles) de los dioses, y cómo forman parte del día a día de una sociedad como la nipona. Su uso para arrancar la trama e ir creando conflicto es estupendo.

El tiempo contigo

Impresionante es también cómo aprovecha, de nuevo, este misticismo para hacer crecer el apartado visual, que si ya era una maravilla en 'Your Name', en esta es el acabose. 'El tiempo contigo' sigue teniendo esos rasgos que hacen que con ver un fotograma sepamos que estamos ante una producción de Makoto Shinkai: la paleta de colores, el uso de la luz, el realismo de los escenarios. En esta película todo es llevado a otro nivel. Partiendo por el Tokio que dibuja; todo el que haya tenido la suerte de visitar la capital de Japón sentirá como si volviera a caminar por sus abarrotadas calles y reconocer las máquinas expendedoras de bebidas, los sonidos del metro, los coches como cajas, el cruce de Shibuya, la estación de Shinjukku. Nunca un Big Mac había lucido tan apetitoso. Además, se permite unos alardes de dirección con unos planos y movimientos de cámara convierten a 'El tiempo contigo' en una impresionante postal animada de Tokio.

Si en 'Your Name' ya había sabido jugar con las luces (con el cometa, para empezar), en 'El tiempo contigo' se deleita dando forma al agua y sacando todo el partido a la lluvia y a los rayos del sol, piezas clave en todo lo que ocurre en la película. La suma de la animación tradicional y la ayuda del ordenador para crear una escena plagada de fuegos artificiales o convertir una gota que cae en algo más dejan momentos visualmente preciosos, y que en ningún momento pierden ese sello tan personal. La luz y el color son los que llenan de magia la película. Es un salto más en el anime, un envoltorio tan bonito como la historia que nos quiere contar.

El tiempo contigo

Hablando de la historia, 'El tiempo contigo' acierta al crear un grupo de personajes principales carismáticos, no ciñéndose solo a los dos protagonistas. Aunque Hina y Hodaka sean el corazón de la historia, también merecen aplauso el hermano pequeño de Hina, Nagi, todo un rompecorazones; Keisuke Suga, el hombre que "acoge" de aquella manera a Hodaka en Tokio y la efervescente Natsumi. Ellos les acompañan en esta aventura y la hacen mucho más variada que en el caso de 'Your Name', que se centraba demasiado en Taki y Mitsuha (por cierto, buscadlos, que aparecen los dos en esta película).

Ecos en la lluvia

La historia, eso sí, recuerda mucho, quizás demasiado, a la anterior, y no llega a ser tan redonda. El esquema es muy similar y quizás pilla más por sorpresa el giro de 'Your Name' que lo que ocurre en 'El tiempo contigo'. Sin embargo, aunque se apoye demasiado en la fórmula, esta película tiene elementos de sobra para hacer que nos palpite el corazón. Como los últimos tramos, un derroche de energía y emoción. Es de esas historias, de hecho, que te acompañan cuando sales de la sala, de las que gustan repensar y disfrutar del poso que dejan. Todo el apartado místico, la meteorología y el cambio climático, envuelven a 'El tiempo contigo' y la hacen inolvidable. Magnífica es también la banda sonora, a cargo otra vez del grupo RADWIMPS, llena de grandes momentos musicales que marcan el ritmo y los sentimientos.

El tiempo contigo

Quizás Makoto Shinkai se ha apoyado demasiado en elementos que ya le han funcionado antes para crear esta 'El tiempo contigo', pero le ha vuelto a salir una preciosidad con su personalidad bien marcada y unos apartados visuales y sonoros apabullantes. El Tokio más actual empasta maravillosamente con la tradición japonesa y vuelve a dar como resultado una historia que es capaz de poner la piel de gallina y de sacarnos alguna lágrima. Cada gota, cada rayo de sol dejan huella.

'El tiempo contigo' llega a los cines españoles el 29 de noviembre.

Nota: 8

Lo mejor: El salto cualitativo técnico. La maravillosa banda sonora. La frenética última parte.

Lo peor: Que tenga tantos ecos a 'Your Name'.

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