En 1988, la reconocida cineasta Agnès Varda hizo un poliédrico retrato documental de Jane Birkin, uno de los emblemas cinematográficos y musicales de los 60, unida para la eternidad en el imaginario colectivo con el legendario y siempre polémico Serge Gainsbourg. 33 años después, otra directora se acerca a la que fue la última chica yeyé, esta vez desde una perspectiva mucho más personal, puesto que se trata del tributo que hija hace a su madre. 'Jane por Charlotte' es el homenaje que Charlotte Gainsbourg realiza a su progenitora, además de servir como catarsis personal, invitando al público a ser testigo de un momento personal único.
Para aquellos que no lo sepan, Charlotte Gainsbourg y Jane Birkin sufrieron un duro golpe en 2013, cuando Kate Barry, hermana mayor de la directora del documental, murió al caer desde un cuarto piso en su apartamento en el distrito XVI de París. Una tragedia que provocó que Gainsbourg se marchara a vivir a Nueva York, provocando una distancia entre madre e hija. Este documental no solo sirve para mostrar un acercamiento natural y espontáneo, sino también para que Gainsbourg y Birkin conversen de temas que nunca hubieran dicho si una cámara no estuviera delante, dado el espíritu artístico de ambas.
De esta forma, madre e hija abren las puertas de su vida personal al espectador. Lo hacen desde una manera honesta, centrándose en ambas y en un universo femenino conformado por abuelas, madres, hijas y nietas. Es interesante cómo las figuras masculinas, padres, hijos, maridos, amantes, son nombrados casi por encima, todo un reto, dada la importancia de Serge Gainsbourg, el cual aparece dentro del contexto como si de una atmósfera omnipresente se tratase, aunque sin robarle protagonismo a Birkin o a Gainsbourg.
Un documental íntimo y personal
Sí que es cierto que madre e hija aprovechan para hablar de la primogénita ausente, Kate, cuya ausencia ha pesado como una losa para las dos. Es más, este ejercicio cinematográfico sirve también para presenciar cómo cicatrizan heridas marcadas por la tragedia. Sin intenciones de ir más allá, Gainsbourg debuta como directora con un largometraje personal, caótico y libérrimo, pura esencia Birkin, una mujer que sigue fascinando al ser toda una leyenda viva.
'Jane por Charlotte' hay que valorarla como un testimonio personal, una dedicatoria personal y familiar con la que Gainsbourg y Birkin invitan al público a ser testigo. Realizada con sumo mimo, la sensación es estar ante un trabajo tan íntimo que solo queda aplaudirlo. La actriz de 'Melancolía' y 'Anticristo' demuestra tener una capacidad excepcional para capturar esos recuerdos, evocando así a la gran Varda, la cual, en cierta forma, también está en espíritu. Un fascinante recorrido para las conversaciones entre una madre y una hija.
Nota: 8
Lo mejor: Esa sensación que produce de estar viendo una faceta íntima y personal de Gainsbourg y Birkin.
Lo peor: En algunos momentos se pasa de libérrima.
