De Troma a Marvel, las mejores películas de James Gunn como director y guionista

Tras seis años trabajando en la Troma, en 2002 James Gunn consigue poner un pie en Hollywood gracias a 'Scooby-Doo', la adaptación de la serie animada de Hanna-Barbera.

La película, dirigida por Raja Gosnell, contó con un guion enteramente firmado por Gunn, quien había ideado la historia con la intención de que fuese un producto destinado a un público adulto, y aseguró que la primera versión de las aventuras en carne y hueso de los miembros de Mystery, Inc. podría haber obtenido una calificación R.

Gunn repetiría junto al resto del equipo para la secuela, 'Scooby-Doo 2: Desatado'.

Con treinta años y recién llegado a la Troma como guionista, en 1995 James Gunn consigue sacar adelante un proyecto que llevaba paralizado desde 1992.

Se trataba de 'Tromeo y Julieta', que tal y como bien indica su nombre venía a ser una revisión del clásico de Shakespeare desde el punto de vista obsceno y macarra de la Troma. Trabajando codo con codo junto a Lloyd Kaufman, Gunn reescribió el guion empapándose de la obra original y dándole un tono más macabro que el que se había planteado en un principio, llegando a estar presente durante el rodaje como la mano derecha de Kaufman en lo que podríamos catalogar como un adjunto del director.

Inspirándose en un sueño en el que estando trabajando en unas oficinas, una voz anunciaba que todos los empleados debían matarse los unos a los otros, James Gunn escribió el guion de 'The Belko Experiment', para la cual le dieron luz verde para que el libreto se convirtiese en película.

Desgraciadamente, su proceso de divorcio hizo que Gunn se desentendiera del proyecto, quedándose en stand by hasta que los productores volvieron a retomar la idea pasados unos años. Finalmente, su trabajo sería trasladado a la pantalla por Greg Mclean, el director encargado de contarnos esta historia sobre unos trabajadores americanos destinados en unas remotas oficinas en Bogotá, donde un buen día se verán atrapados en el edificio a la vez que por megafonía se anuncia que dos de los empleados tienen que morir, iniciándose así una inimaginable lucha por la supervivencia.

Fue en 2006 cuando por fin Gunn se encargó de dirigir la que sería su ópera prima, 'Slither: La plaga', cuyo guion había escrito él mismo y en la que se notaba cómo la Troma había influido en su forma de entender el cine de género.

A camino entre el terror y la ciencia ficción, y coronándose como uno de los body horror más estimulantes del nuevo siglo, la película nos llevaba hasta Wheelsy, una tranquila localidad de Carolina del Sur en la que unos parásitos extraterrestres han empezado a infectar a la población. Protagonizada por Nathan Fillion y Elizabeth Banks, el público sería testigo de una invasión que rememoraba directamente a la serie B y que resultó ser un rotundo fracaso financiero del que Gunn se repuso gracias a parte del beneplácito de la crítica y el aura de título de culto que con los años ha ido adquiriendo.

En 2010 llegaba su segunda película como director, un proyecto al que había estado dándole forma desde el año 2002 y que logró sacar adelante con tan solo 2,5 millones de presupuesto, ya que después del fracaso comercial que había supuesto 'Slither: La plaga', las productoras no estaban dispuestas a pasar por algo parecido.

Reuniendo en el apartado interpretativo a nombres como los de Kevin Bacon, Ellen Page, Liv Tyler, Rainn Wilson, Michael Rooker y Nathan Fillion, 'Super' le daba una giro a la concepción del superhéroe, presentándonos a un tipo sin poderes ni habilidades extraordinarias que optará por convertirse en Crimson Bolt, con la intención de rescatar a su mujer de una banda de traficantes.

Convertido ya en uno de los nombres estrella del Universo Cinematográfico Marvel, en 2017 se estrenaba 'Guardianes de la Galaxia Vol. 2'.

Repitiendo con el equipo de aventureros intergalácticos, James Gunn revalidaba con esta segunda entrega lo de haber sido el responsable de traer al UCM el espíritu más pulp de los cómics y cercano a la space opera, en la que vimos a Kurt Russell ejerciendo de padre en la ficción de Chris Pratt como Ego, el Planeta Viviente, y el cual pudo estar en la película después de que Fox cediera los derechos del personaje a cambio de poder incluir a Negasonic Teenage Warhead en 'Deadpool'.

Gran parte del mérito de 'Amanecer de los muertos' se la debemos a Zack Snyder, quien logró llevar la figura del zombi a primera línea de batalla de una forma totalmente opuesta a la de los muertos lentos presentados por George A. Romero en 1978.

Pero no nos podemos olvidar de que este genuino remake (de los mejores del cine de terror, le pese a quien le pese) estuvo escrito por James Gunn, contratado directamente por uno de los productores a sabiendas de que este era un fan confeso de la película original, algo que dejó claro en su guion, el cual le ayudaría a labrarse un nombre propio como guionista antes de su debut cinematográfico en 2006.

Después de casi 20 años de experiencia como guionista y tras haber dirigido dos películas que, a nivel de rentabilidad, se podían considerar como fracasos, llegó por fin el momento en el que a James Gunn se le dio la oportunidad que tanto merecía.

En 2014, y firmando como director y guionista (junto a Nicole Perlman), Gunn conseguía hacerse con los mandos de 'Guardianes de la Galaxia', el título que supuso una bocanada de aire fresco al ya instaurado Universo Cinematográfico Marvel, y donde el cazarrecompensas Peter Quill (Chris Pratt) acabará uniéndose a un variopinto grupo compuesto por Gamora (Zoe Saldana), Drax el Destructor (Dave Bautista), el mapache Rocket (Bradley Cooper) y árbol humanoide llamado Groot (Vin Diesel).