Los mejores papeles de Lola Dueñas

Celia Rico Clavellino apostó por un film intimista y lento, de esos en los que la vida pasa y no hace falta que pase nada más. Eligió como estrellas a Lola Dueñas y a Anna Castillo en los papeles de madre e hija. Dueñas interpreta a Estrella, una mujer que enfrasca todas sus energías en la trabajosa tarea de criar a su hija siendo viuda y depresiva. Una madre que todo lo que siente lo siente en las entrañas, que todo lo que expresa, lo hace a medias. Que siempre tiene dolor en los ojos, algo de mentira en la sonrisa, y un apego casi tóxico con una hija que no está conforme con la vida que lleva. La actriz refleja la pérdida en el olor del marido difunto en la cama, en sus camisas perfectamente planchadas y colocadas, y en hablar siempre en plural, por inercia y descuido. La minúscula película se coló en la carrera de premios y nominó a Dueñas a Mejor Actriz protagonista en los premios Goya. Aunque no se lo llevó, en 'Viaje al cuarto de una madre' deslumbra e ilumina desde la firme mirada de la tristeza.

Amenábar se adentraba en 2004 en los entresijos de la eutanasia partiendo de la historia real de Ramón Sampedro. 'Mar adentro' es recordada como una de las mejores películas de la historia reciente del cine español (ganó el Oscar a mejor película extranjera) en la que Lola Dueñas comparte reparto con Javier Bardem y Belén Rueda. Encarna a Rosa, una mujer del pueblo con energía desmedida y alegría apabullante. Será la luz que pretende inundar a Ramón para que se replantee su decisión y pueda convencerle de lo bello que es vivir. Junto a Rueda, Dueñas reflexionará sobre sus principios y sus prioridades al tener la muerte tan cerca.

Ostenta el título de 'chica Almodóvar' y puede presumir de haber trabajado con él en cuatro películas. Perteneció a ese flamante reparto que formaba junto a Penélope Cruz, Carmen Maura y Blanca Portillo en 'Volver'. Las actrices recibieron la mejor interpretación femenina en Cannes. Dueñas interpreta a Sole, esa peluquera asentada en el dinero negro, con el negocio montado en su piso, que ayuda a su hermana como puede y que trabaja sin descanso. Le da el toque inocente, cándido y romántico al drama más completo del director manchego. Aquí Lola rebosa colorido e ingenuidad y consigue brillar -igual que las demás- con su mirada emocionada, su sonrisa amplia y sin complejos y su manera de agarrarse la chaqueta como lo hacen las mujeres de pueblo.

Lola Dueñas comparte pantalla con Pablo Pineda en 'Yo, también'. Ambos protagonizan una película delicada y romántica. Pablo interpreta a Daniel, un joven sevillano que se convierte en el primer chico con síndrome de Down de Europa en licenciarse. Cuando empieza a trabajar conoce a Laura (Dueñas) y se enamora de ella. Los ojos de la actriz se llenan de empatía y delicadeza en una película que se llevó el tremendo aplauso de la crítica. Los dos protagonistas ganaron la Concha de Plata en San Sebastián a mejor actriz y mejor actor, y Lola se llevó el Goya a mejor actriz protagonista.

La familia desencajada y las temerosas despedidas hacen mella en 'No sé decir adiós'. Junto a Nathalie Poza y Juan Diego, Lola Dueñas completa una familia rota después de la noticia de la muerte inminente del progenitor. El personaje de Poza, bloqueada e incapaz de razonar, llevará a su padre de un lado para otro para intentar curarle. Lola protagoniza a esa hermana fuerte y cabal preparada para asumir la lenta muerte de su padre. La película se dibuja como un drama intenso y sofocante.

'Las chicas de la sexta planta' es una película francesa del año 2011 sobre las inmigrantes españolas en Francia en los años 60. Junto con Natalia Verbeke y Carmen Maura, Dueñas conforma el trío de españolas que huye de la guerra en busca de una vida mejor como empleadas del hogar. Fabrice Luchini y Sandrine Kiberlain terminan el reparto en francés. El resultado fue una comedia ligera y sensible, sobre las diferencias culturales, los prejuicios y las mujeres independientes. La relación del hombre con las chicas de la sexta planta será crucial para mostrar la empatía y la dureza de los años de entonces.

Lola Dueñas cambia de registro en 'Zama', una película argentina de Lucrecia Martel. La cinta se seleccionó para representar a su país en la edición de los Oscar de ese año. Ambientada en el siglo XVIII, cuenta la historia de Diego de Zama, un enviado de la Corona española a Paraguay que esperará ansioso una mejor posición. Lola Dueñas será la esposa de Diego, que utiliza la comedia y la ironía para jugar, también, con el pobre hombre. Ataviada con trajes de época y maquillaje peliculero, la actriz se adapta, se moldea y perfila su papel de Luciana Piñares de Luenga.

Quizás la cinta más loca de Almodóvar, 'Los amantes pasajeros' dejaba una historia extraña con un reparto de lujo. Lola Dueñas hacía su papel de médium en un avión transatlántico que sufría turbulencias y otro tipo de inconvenientes. Con vestidos a todo color, un pelo increíblemente brillante y una gracia innata unida a esa capacidad de hacer comedia sin hacerla explícitamente, la actriz se sumerge de nuevo en las exigencias del cineasta para dar la mejor versión de sí misma. Aunque la cinta hace dudar y tiene esa cosa inentendible de los azafatos bailando y cantando, de las drogas, un casi suicidio y un misterio sin resolver, Lola Dueñas sonríe y consigue deslumbrar en el caos.

'10.000 noches en ninguna parte' es una película dirigida por Ramón Salazar, protagonizada por Andrés Gertrúdix, Lola Dueñas, Najwa Nimri y Susi Sánchez. La cinta se completó con un halo poético en el que un chico con una fuerte crisis existencial vive tres vidas paralelas. Lola Dueñas forma parte de una de ellas, y actúa como amante o amiga imaginaria del protagonista en París. Un drama fresco, cuidado y complejo, que no tiene miedo a desmontarse y volver a ordenarse.

'Fuera de carta' es esa película alocada y cómica made in Spain. Cuenta la historia de Maxi (Javier Cámara) un chef reputado que busca la estrella Michelín. En su cruzada le ayudará Álex (Dueñas), su maître, que está desesperada por encontrar pareja. Aquí la actriz saca su lado más atractivo, sexy, sin complejos, divertido y natural en una comedia facilona pero llevadera que no fue bien recibida por la crítica. Para el papel, Dueñas fue a comer a incontables restaurantes y en todos ellos preguntaba a los jefes de sala por sus formas, su manera de hacer y su trabajo. Irradia brillantez y esa belleza española que tantas veces se nos olvida que existe.