De 'La abuela' a 'Akelarre': Las mejores películas de terror españolas de la última década

Paco Plaza construyó la película más satisfactoria de su carrera partiendo de unos hechos reales con alto contenido sobrenatural y transformándolos en un terror tan universal como el de hacerse mayor. Aceptar las cargas de la vida, las inseguridades que nos rodean y el valor con el que se deben afrontar las derrotas y las victorias son conceptos con los que el director valenciano tejió un suspense costumbrista y cercano que, apoyado en una sobresaliente puesta en escena, deslumbraba de puro talento.

Con 'Verónica' saltas del sofá y te retuerces en él con las uñas apretadas pero, en cuestión de minutos, estás emocionado hasta la lágrima con uno de los desenlaces más potentes que ha dado el terror español en mucho tiempo. Un proyecto que comenzó siendo de encargo y terminó convertido en el trabajo más personal de un director entregado a la causa.

Liderada por una tremenda interpretación de Laura Galán y dirigida con una sorprendente madurez y convicción por la debutante Carlota Pereda, 'Cerdita' es una película que impacta con una contundencia nada forzada. Capaz de meterte de lleno en su particular atmósfera desde el primer momento y llevarte hipnotizado frente a la pantalla hasta un tramo final realmente logrado, este slasher rural es una experiencia tan visceral y perturbadora como penetrante y fascinante. Una de las mejores películas españolas del año pasado y una auténtica pieza de oro del actual terror español.

Tras su solvente paso por el thriller de acción con 'Way Down', Jaume Balagueró regresó a su género favorito, el del terror alocado, festivo y pasadísimo de rosca, con 'Venus', cinta destinada al culto desde casi el mismo día de su estreno. Protagonizada por una entregadísima y más que convincente Ester Expósito, auténtica reina de este carrusel de sangre, fantasía, satanismo, disparos, persecuciones y golpes, estamos ante una película que se sitúa al límite de casi todo y que encuentra justo en ese punto su mejor virtud: el exceso. Un más es más que se convierte en un entretenidísimo tren cinematográfico que, pese a ir a toda velocidad e ir sumando intensidad tras cada nuevo giro, nunca descarrila.

Pese a estar unánimemente considerada como la entrega más floja de la saga, esta '[REC] 4' tiene un buen número de argumentos a su favor que la alejan de manera contundente de la condición de película fallida. En esta ocasión, Jaume Balagueró se lanza de lleno a la acción más desenfrenada, dejando así en un segundo plano al terror que había caracterizado a sus entregas previas, pero logra construir un relato de tensión, sudor, gritos y espectáculo realmente disfrutable de inicio a fin.

Además, Manuela Velasco volvía a demostrar que ella es el alma, músculo y corazón de la saga firmando una interpretación que es pura entrega. De acuerdo, no está a la altura de sus magníficas predecesoras, pero '[REC] 4' merece mucho más una reivindicación entusiasta que el empujón hacia el ostracismo.

Desde su precioso prólogo, 'Akelarre' despliega su belleza y poesía visual con una sencillez embriagadora, metiéndote de lleno en su historia y ofreciéndote su mano para que le acompañes a lo largo de un viaje repleto de emociones fuertes. Con un excelente reparto al frente, momentos de una emoción que se contagia, instantes de auténtico terror y, sobre todo, una puesta en escena digna de ovación cerrada, la película de Pablo Agüero crece escena a escena hasta llegar a un segundo tramo que abraza lo inolvidable.

Auténtico referente dentro del cine de terror español, Jaume Balagueró alcanzó una envidiable madurez narrativa con 'Mientras duermes', la que es, con toda probabilidad, la película más sobresaliente hasta la fecha dentro su interesante filmografía. Y coincide, además, con la curiosidad de que se trata también de su propuesta más sobria, elegante y clásica.

Un trabajo marcado por las distancias cortas, las miradas inolvidables, penetrantes y enigmáticas, de un inmenso Luis Tosar, quien ofrece un auténtico recital aprovechando un personaje que desprende aroma a caramelo para cualquier actor. A su lado, una sufridora Marta Etura se encarga de reflejar en pantalla las sensaciones que el espectador está sintiendo en la butaca, es decir, la intriga, el misterio, el terror, los nervios acariciando siempre la espalda. Una más que notable experiencia cinematográfica que crece con los visionados. Inagotable.

Con 'Jaula', Ignacio Tatay firma otro de los grandes debuts del cine español vistos (y disfrutados) en los últimos años. Asfixiante en su misterio, modélica en su puesta en escena y admirable en el aspecto interpretativo de un reparto entregadísimo a la causa, con una magnífica Elena Anaya a la cabeza, hablamos de una de esas películas que van creciendo en la memoria desde el mismo instante en el que las luces de la sala se vuelven a encender. Una pequeña joya que ojalá obtenga el culto que merece con el paso del tiempo.

Mientras esperamos la llegada de su segundo proyecto, 'El hombre del saco', conviene ir reivindicando sin pizca de ironía la 'Voces' de Ángel Gómez Hernández, una de las películas de terror más interesantes y compactas que nos ha dado el cine español en la última década. Una propuesta que funciona especialmente bien en su destreza para generar tensión a través de un modélico trabajo de sonido, punto fuerte que eleva una historia marcada por algunos giros argumentales realmente sorprendentes. Pasó desapercibida en su estreno, pero merece ser rescatada y celebra con un sincero entusiasmo.

Dirigida con pulso maestro por Paco Plaza, cineasta que no deja de crecer a pasos agigantados película a película, escrita por el gran Carlos Vermut y con dos interpretaciones protagonistas realmente inolvidables (Almudena Amor y Vera Valdez), 'La abuela' continúa siendo una de las mejores películas de terror españolas estrenadas en los últimos años. Una propuesta que te hipnotiza desde su impactante prólogo y que te mantiene al borde de la tensión total a lo largo de 100 minutos anclados en la inspiración más notable.

Desde su apasionante punto de partida, 'El Hoyo' ofrece el suficiente número de atractivos para capturar la atención de un espectador que debe permanecer siempre atento ante la posibilidad de un nuevo giro, la aparición de un nuevo personaje o el descubrimiento de una nueva pista que pueda servir para completar con éxito el complejo rompecabezas que propone la película.

Con un evidente trasfondo social y una colección de interpretaciones realmente sorprendentes, con un magnífico Ivan Massagué a la cabeza, 'El Hoyo' resulta una experiencia tan sorprendente como estimulante, tan tensa como hipnótica, tan desoladora como valiente. Una de las películas españolas más arriesgadas, diferentes y satisfactorias de los últimos años.