El ambiente en Hollywood se está caldeando por momentos. Desde que la Academia anunciara que cuatro de los veinticuatro premios que se entregarán en los Oscar tendrían lugar durante las pausas publicitarias de la gala, para luego emitir un resumen en la retransmisión televisada, cada vez son más las voces que se han posicionado en contra de ese ninguneo a los profesionales afectados. La polémica ha alcanzado un nuevo nivel con una carta abierta condenando esta medida, firmada por nombres muy potentes de la industria.
La larga lista de nombres que firman esta carta está compuesta, sobre todo, por montadores y directores de fotografía, que pertenecen a dos de las categorías afectadas por la decisión de la Academia. Nombres como el de Adam Gough, montador de 'Roma', o artistas de la talla de Emmanuel Lubezki y Roger Deakins. Todos ellos apoyados por algunos de los cineastas más prestigiosos del séptimo arte, como Damien Chazelle, Cary Fukunaga, Spike Jonze, Ang Lee, Spike Lee, Dee Rees, Seth Rogen, Martin Scorsese y Quentin Tarantino.
En la carta, que tenéis íntegra en el Hollywood Reporter, los que la firman envían un mensaje claro a la Academia: "no es demasiado tarde para revertir esta decisión". Recuerdan que la Academia "se fundó en 1927 para reconocer y elevar la excelencia en las artes cinematográficas, inspirar imaginación y ayudar a conectar al mundo a través del medio universal de las películas. Desafortunadamente, nos hemos desviado de esa misión con el propósito de presentar entretenimiento en vez de presentar una celebración de nuestro arte y la gente que hay detrás". Consideran que es "un insulto" que es "contrario al espíritu de la misión de la Academia" y afirman que la gala ha evolucionado con el tiempo para mantenerse fresca, "pero nunca sacrificando la integridad de la misión original de la Academia", además de señalar que se envía la imagen de que hay categorías menores dentro de los premios. Sobre el comentario de la Academia que asegura que en los resúmenes se verá reflejado gran parte del discurso y se les rendirá el justo homenaje en televisión, lo ven "una censura potencial contraria a la misión de la Academia".
La Academia se defiende
La institución ha decidido responder a esta carta abierta con un comunicado en el que aseguran que "ninguna categoría será presentada en la ceremonia de los Oscar de manera que parezca que los logros de sus nominados y ganadores es menor que la de cualquier otro". Además repasan las características del nuevo sistema: las cuatro categorías son de ramas de la Academia que se ofrecieron voluntarias, el premio se entregará en el Dolby Theatre y lo que queda fuera es el paseo del patio de butacas al escenario, los discursos "serán incluidos en la retransmisión" (aunque no en directo), las categorías rotarán cada año y las elegidas en esta edición tienen asegurado su puesto en la gala en directo del año que viene. Remarcan que la decisión fue "completamente deliberada" y que contó con el "apoyo completo" de los comités ejecutivos de cada rama de la Academia. Terminan diciendo que "creen sinceramente" que quedaremos satisfechos con la gala. Lo descubriremos el domingo 24 de febrero, día en el que se celebrará la ceremonia de los Oscar más tortuosa en años. Tenéis el comunicado completo en Deadline.