Este año, Disney apostaba por traer diferentes miradas africanas a la animación a través de su serie antológica 'Kizazi Moto: Generación Fuego', en la que daba voz a más de diez directores y guionistas procedentes de diferentes del continente como Kenia, Uganda, Nigeria o Egipto. Por supuesto, entre estos países estaba Sudáfrica, el cual tiene la industria de animación con mayor proyección internacional dentro de África. Ejemplo de ello es el estreno de 'Me he tragado un extraterrestre', ópera prima de Gerhard Painter y Paul Louis Meyer.
'Me he tragado un extraterrestre', libre traducción del original 'HeadSpace' y que logra el efecto de llamar más la atención, tiene una historia convencional de fuerte espíritu familiar y con la intención de entretener con un relato de aventuras con cierto toque ochentero y noventero, aunque pasado por la lectura actual. En ese sentido, consigue lo que se propone y poco se le puede reprochar. Sus primeros minutos, en los que se ve una encarnizada batalla espacial, ya presentan una historia que apunta a los clásicos arquetipos de buenos y malos.
La historia se lleva a un pueblo estadounidense, en el que un chico demasiado soñador es poseído por el equipo de alienígenas bueno, dado que el tamaño de estas criaturas es tan pequeño que son capaces de meterse dentro del organismo de una persona. Algo que, por supuesto, hacen los malos también, provocando una guerra curiosa entre alumnos y profesores, con el instituto como escenario principal de conexión con el espacio exterior.
Entretenimiento para toda la familia y una propuesta que demuestra que Sudáfrica tiene una industria de animación a tener en cuenta
La cinta, cuyo guion escriben los propios Painter y Meyer junto con Daniel Buckland y Ronald Henry, sabe utilizar clichés y otros elementos convencionales para crear una historia entretenida que permite, además, ver cómo la calidad visual de la industria sudafricana logra crear un eficiente propuesta de animación. En ese sentido, 'Me he tragado un extraterrestre' no difiere mucho de otras propuestas sudafricanas que han podido disfrutarse en España como 'Khumba', 'Zambedzia' o 'Equipo foca'.
Ahora bien, sí que se echa en falta una moraleja más profunda que sí tuvieron 'Khumba' o 'Equipo foca', en las que había cierto mensaje ecologista. 'Me he tragado un extraterrestre' olvida esta parte, quedándose como un mero entretenimiento para toda la familia. Eso sí, se trata de una propuesta eficaz que conseguirá divertir a su público objetivo y permitirá a los padres de los pequeños poder disfrutar de una cinta con ciertos toques nostálgicos.
Lo mejor: El toque siniestro de Halloween, el Poirot de Branagh y Venecia.
Lo peor: Sigue derroteros comunes que podrían ser tachados de repetitivos.
