Allá por el año 2004 se estrenó uno de los anuncios más icónicos (e irritantes) de la historia. Estamos hablando de aquel spot anti-piratería del que era imposible escapar cada vez que íbamos al cine o reproducíamos un DVD.
"No robarías un coche", "No robarías un bolso", "No robarías una película", nos decía agresivamente el anuncio, que comparaba estos actos delictivos con la descarga ilegal de películas a través de Internet. Una pieza publicitaria de servicio social que es pura nostalgia dosmilera, con una intensa sintonía que se quedaba grabada en la memoria y un montaje al más puro estilo de los thriller cibernéticos que estaban tan de moda en la época.
Es un anuncio que, a lo largo de los años, ha dejado una importante huella en la cultura popular, desatando parodias y memes que llegan hasta nuestros días (entre ellas, un sketch en la comedia 'The IT Crowd'). Su tono y mensaje han sido criticados hasta la saciedad, especialmente a medida que la piratería online se expandía y normalizaba. Además, también se ha señalado muchas veces lo absurdo que era tener que verlo una y otra vez cada vez que reproducíamos nuestras películas compradas legalmente.
Pero las contradicciones no terminan ahí, y esta es la más irónica: los creadores del anuncio podría haber cometido un "robo" para realizarlo.
Según una investigación de Sky News, a partir del descubrimiento llevado a cabo por usuarios de redes sociales, la fuente que se usó en la campaña fue pirateada, siendo una copia de la original creada por un diseñador llamado Just van Rossum.
Un usuario de Bluesky extrajo la fuente usada en uno de los PDFs de la campaña y descubrió que la empleada en el spot era en realidad una réplica de la creación de Van Rossum que se llama Xband-Rough. La original fue licenciada por FF Confidential.

Ahora bien, como señala Sky News, es posible que los creadores de la campaña no fueran conscientes de que estaban usando una fuente pirateada. Sin embargo, Van Rossum sí lo sabía, solo que no le dio mucha importancia. En declaraciones al medio, el diseñador confirma que estaba al tanto de que su fuente había sido plagiada y, aunque no guarda mucho rencor, aprovecha para criticar la campaña y señalar la ironía en lo ocurrido:
"Yo ya sabía lo del 'clon ilegal' de mi fuente, pero no sabía que era la que se había usado en la campaña. Esa campaña siempre ha tenido el tono equivocado, lo cual para mí explica el nivel de burla que se ha hecho a su costa. La ironía de que usaran una fuente pirateada es maravillosa".
Un spot poco efectivo
La campaña, titulada originalmente 'Piracy. It's a crime', fue una coproducción entre la Federación Contra el Robo de Copyright (Federation Against Copyright Theft) y la Motion Picture Association of America (MPA), en colaboración con la Oficina de la Propiedad Intelectual de Singapur. Se emitió en cines a escala global entre 2004 y 2008, y fue incluida en muchas películas en formato DVD, por lo que quienes siguen usando el formato físico continúan encontrándose con ella de vez en cuando.
Curiosa, aunque no sorprendentemente, el spot no habría sido muy efectivo, ya que más que concienciar, se convirtió en objeto de mofa. Según un estudio de la Canadian Internet Policy and Public Interest Clinic, el anuncio fracasó estrepitosamente en su propósito, conclusión compartida por The Information Society (via Vice), que en 2022 publicó un artículo de investigación donde aseguraba que no solo no había funcionado, sino que podría haber incrementado la piratería.