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DECISIÓN CREATIVA

'Extraña forma de vida': Almodóvar explica por qué no hay escenas de sexo o besos entre Ethan Hawke y Pedro Pascal

Hablamos con Pedro Almodóvar, que estrena su segundo corto en inglés, western gay protagonizado por Ethan Hawke y Pedro Pascal, en cines desde el 26 de mayo.

Pedro J. García
Por Pedro J. García Más 26 de Mayo 2023 | 09:50
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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'Extraña forma de vida': Almodóvar explica por qué no hay escenas de sexo o besos entre Ethan Hawke y Pedro Pascal

El nuevo trabajo de Pedro Almodóvar, 'Extraña forma de vida', ya está en cines, después de su triunfal paso por el Festival de Cannes, donde el segundo cortometraje en inglés del director manchego, un western queer protagonizado por Ethan Hawke y Pedro Pascal, tuvo muy buena acogida entre la crítica y el público.

Como el renombrado cineasta ha dicho en muchas ocasiones, 'Extraña forma de vida' es su respuesta a 'Brokeback Mountain' (película que estuvo a punto de dirigir en los 90) y pretende visibilizar algo que no está presente en los westerns clásicos: el deseo homosexual. En el corto, Hawke y Pascal dan vida respectivamente a un ranchero y un shérif que se reencuentran muchos años después de vivir una historia de amor prohibido, reavivando la llama de su pasión en medio de la investigación de un crimen que los concierne a ambos.

Ethan Hawke y Pedro Pascal

El corto ha sido elogiado por su carácter sensual, pero en esta ocasión, Almodóvar no muestra sexo explícito entre sus protagonistas, sino que deja las escenas de cama a la imaginación de los espectadores. En una decisión similar a la de Luca Guadagnino en 'Call Me By Your Name', Almodóvar funde a negro justo antes del inicio del acercamiento carnal entre sus protagonistas e introduce una elipsis que nos lleva directamente al momento después. Es una decisión chocante, pero según confirma a eCartelera durante un encuentro con la prensa, totalmente deliberada por parte del director, que tampoco muestra besos entre Hawke y Pascal. Aunque como también desvela, haberlo, lo hubo.

"Llegaron a besarse, yo creo que para demostrarme que no tenían problemas", dice Almodóvar sobre la escena en cuestión. "Cuando Ethan se acerca a Pedro, tienen un beso muy apasionado y un poco casi de tortícolis, porque Pedro está de espaldas y resultaba un poco forzado. Pero yo preferí hacer un fundido a negro. En el momento en que un hombre está tan tieso y tan hermético, empieza a deshacerse el lazo y se acerca, los ojos del espectador ven en ese personaje lo que quiere".

Ethan Hawke y Pedro Pascal

"A mí me interesaba la desnudez, pero era otro tipo de desnudez", continúa. "Era la desnudez del deseo, de nombrarlo como tal, de que un tío le diga al shérif 'tú solo quieres follar, lo demás te importa tres pepinos, no has querido a nadie'. Ahí, las que están desnudas son las palabras y el diálogo que mantienen, y eso es más elocuente para mí que el hecho de la desnudez física". Almodóvar relaciona este erotismo verbal al cine de los 40, concretamente al thriller y el noir, época en la que "el deseo está mucho más presente entre los personajes que en los años 70, en que todo el mundo se desnuda, porque están condenados a un primer plano, y esas miradas son infinitamente más fuertes y sugestivas que mostrar el cuerpo desnudo".

"Yo ya me he desfogado"

Pero hay otro motivo por el cual Almodóvar ha decidido no enseñarnos a Hawke y Pascal revolcándose en la cama, y tiene que ver con el punto en el que se encuentra su trayectoria cinematográfica y su propia vida. El director recuerda su cine de los 80 y los 90, en el que el desnudo y el sexo estaban mucho más presentes, y cita como ejemplo 'Átame!', pero reconoce que ahora está menos interesado en mostrar y más en sugerir: "Como yo ya me he desfogado y he hecho muchas escenas de amor y muchas escenas eróticas, a estas alturas de mi carrera y de mi vida, me atrae mucho más que sean las palabras las que hablen del deseo entre estos dos hombres".

"Hay cambios en mi carrera que se deben a la biología", añade en referencia a la evolución de su cine en sus últimos años. "Pero también al hecho de que me he tomado todas las libertades que he querido y sigo tomándomelas. Lo que pasa es que para mí, ahora mismo, la libertad es decepcionar a aquellos que creen que van a ver una película donde Ethan Hawke y Pedro Pascal van a retozar como cabritillas sobre una cama. No, eso no me interesa ahora mismo. Que lo hagan los demás, que lo haga Sam Levinson".