De 'El príncipe de Egipto' a 'La ruta hacia El Dorado': 10 películas de Dreamworks que merecen una secuela

Sin duda, 'Simbad' (que compartía año con otro hito pirata como es 'Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra') se ha consolidado como una de las mejores películas de Dreamworks al adaptar el tradicional cuento árabe. Su estilo desenfadado y pícaro ha logrado grabar en la memoria del público el carisma de sus dos protagonistas, Simbad y Marina, así como de la villana, la diosa Eris (que tanto recordaba al Hades de 'Hércules' por su volátil diseño y su condición de deidad). Con unas set pieces alucinantes en lo que a realización y acción se refiere, lo que peor ha envejecido es esa animación 3D (en especial, la de los monstruos) dando la sensación de ser pegotes incrustados en una cinemática de videojuego. A pesar de todo, muchas son las aventuras que aún podrían aguardar a Simbad y su tripulación en una continuación, ya sea (como dice el propio capitán pirata) por la caverna de Cíclope, bajo el puente del Mar Pantanoso o por el Mar de China.

En 2010, con el Universo Cinematográfico de Marvel casi recién nacido y con el Universo DC a punto de iniciarse con 'El hombre de acero', Dreamworks quiso abordar lo superheróico desde la animación, tal como hiciese Pixar con 'Los increíbles'. Es así como dio a luz a 'Megamind', una película que reformulaba el clásico enfrentamiento entre el superhéroe y el supervillano de turno, así como su simbiótica necesidad para coexistir. Cuando Megamind acaba con su némesis, Metro Man, se queda sin objetivos ni aspiraciones. Tendrá que crear otro superhéroe con el que poder entretenerse, pero no saldrá según lo planeado. Aunque ahora una secuela vendría a engordar la larga lista de películas de superhéroes que asolan la cartelera mes a mes, Dreamworks podría aprovechar el tirón del momento y volver a la carga con las voces de Will Ferrel, Tina Fey, Brad Pitt y compañía.

Nunca un pez fue tan caradura y aprovechado como Oscar, aunque, como es habitual, terminaría aprendiendo la lección. Este fue otro pequeño fracaso de Dreamworks, puede que por sus horrendos diseños, su animación tan regular o la sensación de no innovar prácticamente en nada. Pero lo cierto es que 'El espantatiburones' fue una gamberrada desprejuiciada que homenajeaba a clásicos como 'El padrino' o 'Gladiator' con un humor absurdo e ingenioso. Además, se hizo una apuesta interesante (y adelantada a su tiempo) con el personaje de Lenny (Jack Black). Si se hace una secuela solo pedimos que, además de seguir explorando ese fondo submarino, vuelva a contar con Robert De Niro y Martin Scorsese en la versión original; así como con Fernando Tejero y María Ádanez en la versión doblada.

Si tenemos en cuenta que la infame cinta de 2021 'Spirit-Indomable' resultó tan irrelevante que roza la inexistencia, podemos afirmar que una película de Dreamworks tan potente como 'Spirit, el corcel indomable' se postularía como una de las primeras cintas para tener continuación. En el lejano Oeste, en plena colonización y conquista de América, un caballo mustang, cimarrón e ingobernable, es capturado por los colonos y deberá luchar por su propia liberación, aliándose y enamorándose por el camino con los individuos más inesperados. La película conformaría una poderosa y fresca oda a la libertad, con personajes amigables que se ganarían un hueco en el corazón del público. La banda sonora de Hans Zimmer, así como la lista de canciones a cargo de Bryan Adams, completa una más que notable obra para el estudio.

Una de las apuestas más delirantes de Dreamworks merecería una segunda parte tan solo por ver hacia dónde conduce el (perturbador) "acercamiento" entre la abeja Barry y la vendedora de flores Vanessa Bloome. Con una animación algo feúcha pero resultona, 'Bee Movie' resulta una película desvergonzada, despreocupada y, de hecho, orgullosa de su macabra evolución hacia algo fresco y autoconscientemente rompedor. Aunque venía para reinventar la formulaica propuesta del hastío de una abeja obrera ante su pobre esperanza de vida y sus aspiraciones en los límites de la colmena, la cinta contiene giros macabros e ideas grotescas que, por muy sugerente y excéntrica que haga la trama, puede llegar a saturar. Además, contiene cameos de Ray Liotta y Sting. Si estos no son motivos suficientes como para justificar una secuela, que baje Dios y lo vea.

Con una música chulísima de John Powell, que también puso la banda sonora de cosas como 'Shrek', 'Kung Fu Panda' o 'Cómo entrenar a tu dragón', 'Chicken Run: Evasión en la granja' se alza como una infravaloradísimo ejercicio de claymation por parte de Dreamworks y Aardman Animations. Con personajes bien desarrollados como Ginger, Rocky o Fowler y con una plasticidad que solo te da el stop motion, la cinta de Nick Park y Peter Lord se conviertió en una de las obras más reivindicables de este estudio. Nuestros deseos se hicieron realidad cuando Netflix anunció la secuela para 2023 con Sam Fell (de la casa, pues ya dirigió 'Ratónpolis') a los mandos.

Lo que empezó siendo un auténtico fracaso en taquilla ha terminado por convertirse en una verdadera joya de la animación del nuevo siglo, con una segunda vida gracias a los memes y las redes sociales. Estrenada en el año 2000, 'La ruta hacia el Dorado' inauguró el siglo convirtiéndose no solo en un icono de Dreamworks, sino en el ejemplo perfecto de cómo retratar la figura del español medio: tramposo, leal, mentiroso y vividor. Con música de Hans Zimmer y canciones de Elton John, la cinta de Bibo Bergeron y Don Paul estaba plagada de humor socarrón, aventuras disparatadas y gamberradas divertidísimas. Fuimos muchos los que nos quedamos con ganas de saber qué les ocurría a Chel, Miguel y Tulio. Quizá por... ¿nuevos continentes? Hazlo posible, Dreamworks.

¿Por qué no? Cierto es que la primera película de Dreamworks fue una pataleta de Jeffrey Katzenberg tras su salida de Disney. Y cierto es que su homóloga y competidora, 'Bichos, una aventura en miniatura', resultó superior en prácticamente todos los aspectos. Pero 'Antz (Hormigaz)' sigue siendo una simpática y muy entretenida vuelta de tuerca al discurso del individuo vs la comunidad o la búsqueda de la identidad en una maraña conglomerada y prefabricada. De contar con una secuela (que, probablemente, nadie pida), lo mínimo es que repita el increíble elenco de voces de la original: Woody Allen, Sharon Stone, Sylvester Stallone, Meryl Streep o Jennifer López.

Considerada por muchos la mejor película de Dreamworks, 'El príncipe de Egipto' inauguró la compañía junto a 'Antz (Hormiguaz)' en 1998 dando como resultado una grandísima cinta de aventuras, historia y canciones que marcó a varias generaciones. Basada en una adaptación del Libro del Éxodo, narra la historia de los hermanos Ramsés (Ralph Fiennes) y Moisés (Val Kilmer), desde su infancia hasta la salida de los hebreos de Egipto y la consecución de las Tablas de la ley. Según la leyenda, Spielberg miró a Katzenberg durante una reunión ejecutiva y dijo: "Debes hacer los Diez Mandamientos". El éxito de 'El príncipe de Egipto' residía, además, en mostrar la religión desde un punto de vista dinámico, divertido y musical, sin dejar de lado la seriedad y la épica y sin olvidar la solemnidad que conlleva tratar asuntos de este calibre. Es por eso que, si bien no procede una continuación a esta historia en concreto, Dreamworks podría continuar en este filón de adaptar pasajes religiosos mientras sean tan acertados y eficaces como este.

Tras colaborar con Dreamworks en la creación de 'Chicken Run: Evasión en la granja' y 'Wallace y Gromit: La maldición de las verduras', Aarmand Animation se convirtió en uno de los estudios de referencia a la hora de animar la plastilina en stop motion. Su siguiente proyecto juntos sería 'Ratónpolis' que, aunque mantenía esa misma esencia en estética a la hora de recrear a sus personajes, fue su primera película de la compañía animada enteramente por ordenador. Debido a que el agua ocupaba un rol casi protagónico, decidieron no optar por el claymation ya que el resultado no era convincente. La roedora comedia dirigida por David Bowers y Sam Fell resultó un éxito debido a su atrayente historia y, sobre todo, a un rico universo plagado de ratones que parodiaba el estilo de vida en Londres. Con multitud de referencias a la cultura pop y un festival de bromas para toda la familia, esta pequeña joya de Aarmand se presta, cuanto menos, a una continuación.