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DEMASIADO MÍTICOS

Christopher Reeve, Mark Hamill y otros actores que no pudieron dejar atrás su papel más icónico

Hay actores que por desgracia, y a pesar de sus esfuerzos, nunca consiguieron superar su papel más icónico y acabaron encasillados por la sombra y la fama de lo que alguna vez fueron.

Por Jorge Daniel Montenegro Pérez 16 de Octubre 2019 | 10:21

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A priori, el sueño y objetivo de cualquier actor que se precie es conseguir la actuación de su vida, ese papel por el que el público y la industria lo reconozca y admire incluso años después de haberlo realizado. Por desgracia, sabemos que el mundo del espectáculo, y sobre todo Hollywood, puede ser bastante cruel y despiadado. De la misma forma que existen miles de aspirantes a ser el nuevo Clint Eastwood (Gran Torino') o la nueva Glenn Close ('La buena esposa'), y que apenas logran tener una carrera estable o ni siquiera llegan a tener una, también encontramos a otros intérpretes que desafortunadamente han visto sus sueños convertidos en una horrible pesadilla, de la que seguro estarían o habrían estado encantados de poder despertar.

Arnold Schwarzenegger y Edward Furlong en 'Terminator 2: El juicio final'

Nos referimos por supuesto al dramático caso de aquellos actores que una vez alcanzado el éxito, gracias a algún papel inolvidable, vieron horrorizados como este acabo marcando, o en el peor de los casos eclipsando y encasillado, el resto de su carrera. En otras palabras, aquellos que desgraciadamente se convirtiéndose en la sombra de lo que una vez fueron. Algunos tratan de romper con esta "maldición" dando rienda suelta a su capacidad actoral y alejándose del cine comercial, origen en muchas ocasiones de estos personajes. Otros en cambio deciden subirse al tren y aprovechar al máximo la rentabilidad y fama que estos puedan darles, aunque eso signifique encadenar su carrera a la efímera popularidad de los mismos.

Y es que en una industria en la que abrirse paso se parece bastante a una versión de 'Los Juegos del Hambre', donde tu raza, sexo, edad y contactos pueden llagar a pesar más que tu talento, es mejor estar encasillado que sin trabajo. No podemos hablar de la magnitud e importancia que puede llegar a tener para un actor este aspecto de la fama, sin mencionar el increíble acercamiento que Alejandro González Iñárritu ('El renacido') y Michael Keaton ('Batman') nos ofrecieron en 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)'. Una cinta que retrata a la perfección la lucha de un actor, consumido por su personaje, para recuperar su prestigio a través del que quizá sea el camino más complicado y difícil de todos, el del reconocimiento de su talento artístico.

Sin embargo, e independientemente de la visibilidad que el relato de Iñárritu y Keaton le dieran a este triste fenómeno derivado de la fama, lo cierto es que esta historia se ha repetido en la industria más veces de las que somos conscientes. Por ello, y para honrar a muchos de estos actores que vieron como vieron cómo su carrera quedó marcada, irónicamente, por el mejor papel de su filmografía, hemos realizado un repaso de los casos más conocidos entre los que encontrarás nombres de la talla de Mark Hamill, Christopher Reeve o Linda Hamilton.

Actores que nunca superaron su personaje más icónico

Christopher Reeve (Superman/Clark Kent)

Christopher Reeve (Superman/Clark Kent)

Quizá uno de los casos más trágicos de esta lista sea el de Christopher Reeve, el icónico 'Superman' de Richard Donner, quien tras dar vida al Hombre de Acero en cuatro películas (durante la década de los 70 y 80) sufrió un accidente de equitación (actividad que el actor disfrutaba practicando) que le dejó tetrapléjico. Condenado a pasar el resto de su vida en una silla de ruedas y con respiración asistida, Reeve convirtió su desgracia en una lucha y junto a su mujer reestructuró la Fundación Americana de Parálisis (APF) para convertirla en la Fundación Christopher y Dana Reeve. Una organización dedicada a la investigación de células madre y que se encarga de prestar ayuda a las personas que se han quedado parapléjicas o tetrapléjicas.

Como el último hijo de Krypton, el actor, desconocido para la industria cuando se estrenó la primera película, se ganó rápidamente a la crítica y al público gracias a su magnetismo y carisma. No obstante, desde ese momento y hasta el final de su carrera, Reeve vivió bajo la sombra de Superman. Por suerte, con el tiempo supo reconciliarse con el personaje y la última vez que le vimos en la órbita de Clark Kent fue durante su cameo en la segunda temporada de 'Smallville'.

Mark Hamill (Luke Skywalker)

Mark Hamill (Luke Skywalker)

Nadie puede negar que 'Star Wars' es actualmente una de las franquicias más antiguas, rentables y prósperas de Hollywood. El universo creado por George Lucas en 1977 ha tenido tal influencia en la cultura popular que la mayoría de sus personajes han acabado convirtiéndose en iconos atemporales, cuyas aventuras han conquistado al público generación tras generación.Sin embargo, esta misma faceta es la que condenó a Mark Hamill a ser el eterno Luke Skywalker, el héroe de millones de fans que sueñan con poder mover objetos con la fuerza, blandir una espada láser y luchar por la libertad de la galaxia.

Ser Skywalker es un peso del que el actor ha tratado de deshacerse toda su vida. Es cierto que su carrera despegó gracias a la primera entrega de la franquicia ('Star Wars: Una nueva esperanza'), pero la fama e importancia que adquirió su personaje impidió que la industria pudiera tomárselo en serio en otros proyectos. Finalmente, Hamill comprendió que si no puedes con tu enemigo lo mejor es unirse a él, por lo que acabo sacando el máximo provecho al fanatismo que la saga despierta entre el público. Decisión que, aunque no le devolvió su carrera, le ha permitido estar bastante activo durante todos estos años, ya sea acudiendo a convenciones, dirigiendo una película ('Comic Book: The movie') o siendo el rey de los cameos en diverso proyectos tanto en el cine como en la televisión.

Irónicamente, el actor solo pudo desembarazarse un poco de la figura de Luke Skywalker, tras tomar el manto de otro personaje aún más icónico, el Joker. Y es que aunque muchos no lo saben, Hamill ha sido durante años el encargado de ponerle voz al payaso del crimen en muchas de las adaptaciones (series y películas animadas, videojuegos...) que DC ha realizado sobre este.

Arnold Schwarzenegger (Terminator T-800)

Arnold Schwarzenegger (Terminator T-800)

Si bien es cierto que Arnold Schwarzenegger ha tenido una carrera bastante larga y fructífera (monetariamente hablando), la cual abandonó para convertirse en gobernador de California (Estados Unidos), esta quedó irremediablemente marcada por su participación en 'Terminator'. Desde el momento en el que el ex-culturista dio vida al T-800 modelo 101, el villano de la cinta dirigida por James Cameron, quedó encasillado y anclado para siempre dentro del cine de acción. Ni sus intentos por acercarse al género de la comedia con proyectos como 'Poli de guardería' (1990) o 'Los gemelos golpean dos veces' (1988) impidieron que el público solo pudiera verlo como el típico héroe de acción que se pasa la película repartiendo golpes y disparando balas.

Sin embargo, y a pesar de que su filmografía está plagada de personajes que encajan a la perfección con la definición de héroe musculoso, nunca ha sido capaz de salir de la sombra a la que le condenó 'Terminator'. De hecho, además de alterar su cronología hasta volverla caótica y confusa, otra de las señas de identidad de la franquicia ha sido el constante regreso de Schwarzenegger como el T-800 en cada nueva entrega. Un hecho que no sería relevante si no estuviéramos hablando del villano de la película, al menos hasta que Cameron lo convirtiera en el protagonista de la saga en 'Terminator 2: El juicio final'.

Macaulay Culkin (Kevin McCallister)

Macaulay Culkin (Kevin McCallister)

Si para un adulto este aspecto de la fama puede llegar a ser completamente devastador, para un niño es más que probable que signifique el fin de su infancia e inocencia. Y el mejor ejemplo de ello es el caso de Macaulay Culkin, otra de las jóvenes promesas que la industria exprimió hasta el máximo antes de abandonarla como un juguete roto. Su ascenso al estrellato se debió a su papel en 'Solo en casa', una comedia familiar en la que el actor interpretó a Kevin McCallister, un niño de 8 años que es abandonado (accidentalmente) por sus padres durante las vacaciones de Navidad. A la pesada carga que supuso este personaje para el actor hay que sumarle todos los pormenores que surgieron de su condición de "niño estrella" (adicción a las drogas, problemas de custodia, una turbia relación de amistad con Michael Jackson...).

Como es lógico Culkin trató de deshacerse de la fama de niño adorable que la cinta de Chris Columbus le había dado, pero todos sus esfuerzos fueron en vano ya que el mundo seguía viendo a aquel angelito que sus padres habían olvidado en casa. Todo esto provocó que el actor acabará repudiando al personaje y todo lo relacionado con él. No obstante, y al igual que Reeve, con el paso del tiempo Culkin se reconcilió con esta parte de su vida y convirtió su lucha para dejar atrás el estigma de "estrella rota" en una seña de identidad propia. De hecho, en los últimos años hemos podido verle bromeando y sacando provecho del personaje que un día fue su maldición.

Linda Blair (Regan MacNeil)

Linda Blair (Regan MacNeil)

A diferencia de Macaulay Culkin, Linda Blair no acabo convirtiéndose en la última incorporación de la larga lista de juguetes rotos que Hollywood ha creado a lo largo de los años, aunque si que llego a tener serios problemas con las drogas. De hecho, llegó a ganar el Globo de Oro a mejor actriz por su papel como Regan MacNeil en 'El exorcista', considerada por muchos como una de las mejores películas de terror de la historia. Sin embargo, interpretar a una niña poseída por el demonio acabo pasándole factura a su carrera, y no hablamos de la supuesta maldición que acosó a todos los involucrados en el proyecto, sino al problema de verse encasillada en ese rol específico.

A la fama que la película de William Friedkin le dio hay que sumarle la mala recepción que algunos sectores ultra católicos tuvieron con la misma. Y es que aunque no llegó a sufrir ningún daño, la actriz y toda su familia tuvieron que huir del estado debido a las amenazas de muerte que recibían acusándolos de blasfemia y herejía. Todo esto provocó que Blair nunca llegara a repetir el éxito y reconocimiento que Regan le brindó, pues su filmografía acabo alimentándose de secuelas, parodias, refritos y algunas cintas de terror de serie B. Hay que destacar que a diferencia de muchos otros integrantes de esta lista, la actriz nunca trato de exprimir la fama de su personaje sino que siguió adelante con su vida.

Haley Joel Osment (Cole Sea)

Haley Joel Osment (Cole Sea)

Haley Joel Osment empezó su carrera con tan solo cuatro años haciendo comerciales para televisión y a los seis ya compartía pantalla con Tom Hanks en 'Forrest Gump'. Pero no sería hasta 1999, con el estreno de 'El sexto sentido' que el joven actor conocería la cara más amarga de la fama. Su papel como Cole Sear, un niño que tenía la habilidad de hablar con los fantasmas, acabó por valerle una nominación a los Oscar como mejor actor de reparto y le permitió participar en algunos proyectos de gran calibre en la industria como 'Cadena de favores' o 'A.I. Inteligencia Artificial'. Sin embargo, y por mucho que Osment lo intentara, el público no dejaba de reconocerlo como "el niño del sexto sentido".

Quizá lo más triste e irónico de este caso sea el hecho de que el actor, considerado uno de los mejores de su generación, no haya podido destacar más dentro de Hollywood debido a la larga y pesada sombra que arrastra a sus espaldas desde entonces. Pues más allá de algún que otro escándalo de menor importancia, lo cierto es que supo evitar convertirse en otro juguete roto del mundo del cine. Actualmente sobrevive realizando algunos papeles menores en la pantalla pequeña ('The Boys', 'Silicon Valley', 'Future Man'...), sobre todo de comedia, género que parece haberle servido para reinventarse como actor.

Lynda Carter (Wonder Woman)

Lynda Carter (Wonder Woman)

Ser opacado por tu papel más famoso no es algo exclusivo de la gran pantalla. Muchos actores y actrices de televisión se ven constantemente encasillados y sobrepasados por la fama de sus personajes. Si no que se lo digan a Lynda Carter, condenada a ser la eterna 'Wonder Woman (La mujer maravilla)' de la cadena ABC. Y es que a pesar de que la serie solo estuvo en antena tres temporadas (1975-1979) fue tiempo suficiente para que la actriz y su carrera quedarán ligadas al destino de la amazona y por ende al universo de los superhéroes. Después de aquello su actividad fue reduciéndose poco a poco a pequeñas apariciones esporádicas en televisión y algún que otro telefilm con cierto éxito entre la audiencia.

Para el público, el nombre de Carter está tan ligado al personaje de DC Comics que muchas de las adaptaciones que se intentaron realizar a posteriori, tanto en forma de serie como de película, se toparon con la difícil tarea de encontrar a otra actriz que estuviera a la altura del listón dejado por ella. Más allá de sus pinitos en el mundo de los superhéroes, la actriz también ha participado en el doblaje de varios juegos de la saga 'The Elder Scrolls' desarrollada por la Bethesda Softworks, compañía de la que su marido, Robert Altman (no confundirlo con el fallecido director de cine), es presidente.

Anthony Perkins (Norman Bates)

Anthony Perkins (Norman Bates)

Si pensamos en asesinos en serie del cine es difícil que no se nos venga a la cabeza el nombre de Hannibal Lecter, el despiadado e inteligente caníbal al que dio vida de forma magistral Anthony Hopkins en 'El silencio de los corderos'. Sin embargo, mucho antes que Lecter estuvo Norman Bates, el infame psicópata que Alfred Hitchcock nos presentó en 'Psicosis'. Por desgracia, participar en una de las películas más consagradas de la historia se acabó convirtiendo en un suplicio para Anthony Perkins. Un gran actor que trabajó junto a estrellas como Ava Gardner, Henry Fonda o Gary Cooper, pero que fue incapaz de huir del estigma al que le condenó el personaje de Bates.

El rotundo éxito de la cinta y la personalidad bastante tímida y retraída que mostraba en público, acabaron encasillando a Perkins en el rol de psicópata o personaje con problemas mentales y emocionales. A pesar de ello, el actor continuó trabajando en la industria y además de interpretar a Bates en tres secuelas más (a cada cual peor que la anterior), siguió sumando a su filmografía una larga lista de personajes estrafalarios con los que intentó expandir (sin éxito) su carrera. Marcada por una peculiar relación de amor/odio hacia Norman Bates.