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CRÍTICA

'Ratched' es mucho 'American Horror Story' y casi nada 'Alguien voló sobre el nido del cuco'

Ryan Murphy y Sarah Paulson presentan la "precuela" de 'Alguien voló sobre el nido del cuco', una serie con todo lo bueno y todo lo malo de su creador y bastante poco de la novela o película.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 14 de Septiembre 2020 | 16:00
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Antes de enfrentarme a la nueva serie de Ryan Murphy decidí volverme a poner 'Alguien voló sobre el nido del cuco' para tener la línea de meta más clara. Al terminar la película de Milos Forman me quedé un poco confuso con la manera en la que se estaba vendiendo la ficción de Netflix. ¿Una de las villanas más míticas de la historia del cine? ¿Villana? Mildred Ratched, el personaje de Louise Fletcher, simplemente me pareció como esos profesores quizás más estrictos de lo normal que ven cómo un nuevo alumno (Jack Nicholson) llega a su clase solamente para remover el avispero. Y ella hace lo que tiene que hacer para mantener el orden. ¿Fría? Por supuesto. ¿Mezquina? Tampoco la definiría así. En la película ni siquiera se llega a ver si es ella quien realiza u ordena cierta lobotomía. Pero hasta el American Film Institute la considera la quinta mejor villana de la historia del cine (por delante solo tiene a Hannibal Lecter, Norman Bates, Darth Vader y la malvada bruja del oeste). Para Ken Kesey, autor de la novela original, la enfermera Ratched era un símbolo de la opresión. Para Louise Fletcher es "un instrumento de la maldad", no la maldad personificada. Y sobre todo, "alguien que cree que está ayudando a la gente". En definitiva, una villana nada unidimensional, a pesar de tener una personalidad casi robótica. Por eso es tan memorable. Y en eso Ryan Murphy la ha clavado. En eso, y poco más.

Ratched

'Ratched' quiere profundizar mucho más y presentarnos un pasado que no conocíamos en la película o el libro. En darnos algo más que una némesis, intentar explicarnos cómo llegó a serlo. Ryan Murphy ejerce de productor, y dirige los dos primeros capítulos de esta primera temporada, que tiene bastante poco de 'Alguien voló sobre el nido del cuco' y mucho de su sello cada vez más reconocible. La serie parece un matrimonio entre sus 'American Horror Story' y 'Feud'. De la primera tenemos los personajes excéntricos, su gusto por el maquillaje y prótesis o los ingredientes del terror (en este caso, homenajes al terror clásico). De la segunda, la ambientación, la saturación del color que le da ese aire añejo. Hemos llegado a ese punto en el que es ver un par de minutos de 'Ratched' y sabemos que estamos ante una serie de Ryan Murphy. Para bien y para mal.

Todos aquellos detractores de su trabajo no van a encontrar un respiro en esta serie, porque ha preferido volar a su aire antes que intentar planear más cerca del estilo de la película de Milos Forman. La trama está llena de momentos desatados, de mamarrachería, de sexo y de gente guapa. Hasta Mildred Ratched, descrita originalmente como una mujer con la que es complicado fantasear, tiene sus momentos de calentón, aunque resulten maravillosamente incómodos gracias a la interpretación de Sarah Paulson.

Ratched

Así es, una de las musas de Murphy hereda el papel ganador del Oscar y se convierte en una Mildred Ratched que empieza a sacar sus dotes de persuasión (y manipulación) haciéndose contratar en el psiquiátrico de Lucia, California. Paulson vuelve a demostrar, como ya ha hecho incontables veces en 'American Horror Story' y con su estupenda Marcia Clark en 'American Crime Story', que esos personajes con muchas capas no tienen secretos para ella. Paulson es capaz de darnos esa estoica y estricta Ratched que conocemos gracias a Louise Fletcher (con guiños como la forma de portar las llaves), pero también es capaz de representar sus grietas y vulnerabilidad, sobre todo su empatía. Es una delicia verla mover los hilos de todos a su alrededor y conocerla un poco mejor antes de que se convierta en la férrea directora del psiquiátrico de Salem State (camino que durará cuatro temporadas según los planes de Murphy, con la segunda ya confirmada por Netflix). Y deja claro que Mildred Ratched no ha desvelado todas sus cartas, y Sarah Paulson tampoco. Le queda mucho recorrido hasta convertirse en "la quinta villana más grande de la historia del cine", en esa mujer que parece imponer más que el gigantesco Jefe Bromden y que es capaz de torear al mismísimo R.P. McMurphy. Y tras ver 'Ratched'... resulta bastante complicado imaginar cómo van a unir este pasado con el futuro del personaje que conocemos.

Delirio colorista

'Ratched' es en muchos sentidos una historia de origen, con sus flashbacks a su tiempo en el ejército y a momentos de su infancia que forjaron quién es ahora y sus razones para querer entrar a trabajar en el psiquiátrico. Por los ocho capítulos vemos los intentos del doctor Richard Hanover (Jon Jon Briones) por revolucionar la medicina de la mente, algunos más... invasivos que otros, y cómo estos son recibidos por empleados y pacientes en el centro. La serie sorprende en bastantes ocasiones con escenas bastante sangrientas o perturbadoras, haciendo por momentos que parezca que estamos ante otra temporada de 'American Horror Story'. De hecho, esa es la parte más criticable que tiene la serie. Murphy vuelve a apoyarse en los mismos recursos y no intenta en ningún momento acercarse siquiera al estilo de la película, siendo la serie mucho más física y mucho menos psicológica. Los delirios coloristas y escenas calientes empañan lo que podría haber sido una verdadera precuela muy llamativa sobre un personaje con mucha tela que cortar. En su lugar, encontramos su fórmula de la Coca Cola, una serie entretenida y con algún giro inesperado, pero que podría llamarse 'Ratched' como podría haberse titulado 'Asylum 2'. Nos encontramos, otra vez, ante un intento de buscar atajos nostálgicos tomando una película mítica y luego hacer algo que no casa con ese punto de partida, una trampa que pondrá en un aprieto al equipo de guionistas cuando se acerquen al momento en el que Ratched y McMurphy se tengan que ver las caras.

Ratched

Porque poco o nada tiene que ver con el estilo de Milos Forman el psiquiátrico de diseño o la exótica casa del personaje de Sharon Stone. 'Ratched' tiene un diseño de producción asombroso, como todo lo que hace Ryan Murphy. Los escenarios están plagados de detalles y complementan las personalidades de los protagonistas. El vestuario, maquillaje y peluquería es ideal (ojito con la colección de batas). Todo es un viaje a esos pasados que lucen como la mejor época del mundo. Pero que, de nuevo, no guardan ni una conexión con el material de base (si acaso, con el estilo 'camarero' de los uniformes del psiquiátrico de Salem State). Eso sí, con ejemplos como 'Ratched', 'The Politician' o 'Hollywood', está claro que Netflix ha firmado un cheque en blanco a nombre de Murphy.

Aunque la serie es un vehículo para lucimiento de Sarah Paulson, 'Ratched' es más que Mildred Ratched. Dentro del reparto, que cuenta con nombres habituales del showrunner como Finn Wittrock, hay que destacar a Judy Davis, que encarna a la actual jefa de enfermeros del psiquiátrico, Betsy Bucket. Davis tiene que habérselo pasado en grande interpretando a esta estricta (pero no tanto) profesional que ve amenazada su hegemonía cuando llega Mildred Ratched y que nos da un tira y afloja estupendo entre las dos actrices. También hay que mencionar a Cynthia Nixon como Gwendolyn Riggs, secretaria del gobernador George Wilburn (Vincent D'Onofrio, también "on point"), que cuenta con una trama bastante importante, y Sophie Okonedo, lo más destacable del lado de los pacientes del psiquiátrico. Una pena que Sharon Stone salga tan poco, porque tiene toda la pinta de que nos podría haber dado un papel mucho más memorable de haber tenido más tiempo. Todos ellos, eso sí, incluida Mildred Ratched, tienen salidas que les harían dignos integrantes de la lista de pacientes del psiquiátrico en cuestión. Otro punto a favor para Ryan Murphy es que es muy bueno creando personajes con los que es fácil empatizar aun siendo algunos unos monstruos.

Ratched

En definitiva, quien venga buscando en 'Ratched' al Milos Forman que ganó cinco Oscars, o al Ken Kesey que enfrentó libertad con opresión en un psiquiátrico, no lo va a encontrar. Encontrará al Ryan Murphy que siempre ofrece un producto entretenido, una especie de homenaje del cine de misterio clásico visto a través de sus ojos llenos de mamarracheo y hormonas. La serie es un delirio, por momentos absurda, por momentos intrigante. Tiene algo, además de Paulson, que invita a seguirla, aunque simplemente sea por pura locura transitoria. Al menos ha sabido ver que para que Mildred Ratched sea una de las mejores villanas de la historia tiene que tener una complejidad que merecía ser plasmada. A ver ahora cómo se las arregla para unir este principio con el final que la llevó a ser historia del cine.

La primera temporada de 'Ratched' se estrena en Netflix el 21 de octubre.

Nota: 6

Lo mejor: La ambientación es una preciosidad. Sarah Paulson dispuesta a aprovechar cada matiz del personaje.

Lo peor: Poca conexión con la obra a la que quiere referenciar. Ryan Murphy repite sus mismos trucos.

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