De 'Upgrade' a 'Creep': Las 15 joyas escondidas de Blumhouse

Dirigida por Patrick Brice, protagonizada por Mark Duplass y escrito por ambos, 'Creep' es una de esas rarezas que engrandecen Blumhouse Productions. Bajo un formato de metraje encontrado, género siempre peligroso por su facilidad para el error visual y narrativo, esta historia de cabañas perdidas, miradas perturbadoras y sustos de tremenda efectividad, consigue elevarse entre la multitud gracias a un personaje protagonista absolutamente memorable capaz de mantener la tensión e inquietud del espectador en constante vibración. Un logro que, por otra parte, habría sido imposible de conseguir sin la entrega y talento que demuestra un Duplass pletórico de inicio a fin. En definitiva, una joya escondida que merece la pena descubrir y que, por si fuera poco, finaliza con uno de esos epílogos que se marcan a fuego en la memoria.

Sin lugar a dudas, la espléndida 'Oculus: El espejo del mal' es la película de Mike Flanagan en la que se pueden observar de manera más firme y evidente muchos de los aspectos y elementos esenciales que marcarían su posterior trabajo, sobre todo en la inmensa 'La maldición de Hill House'. Es decir, aquí nos encontramos con una historia narrada a través de saltos temporales, conflictos familiares, un uso magnífico del sonido y la planificación, control total sobre el ritmo, el tono y las necesidades del suspense y, sobre todo, un interés admirable hacia la construcción de personajes. Por eso, y aunque es cierto que su tramo central no está a la altura de su magnífico prólogo y su atrevido desenlace, 'Oculus: El espejo del mal' continúa siendo una de las mejores puertas de entrada al universo Flanagan. De paso, eso sí, os llevaréis más de un buen sobresalto.

Comandada por una brutal interpretación de Madeline Brewer, 'Cam' necesitó poco tiempo tras su estreno en plataformas para convertirse en algo muy parecido a una joya de culto. Dirigida por el debutante Daniel Goldhaber, esta inmersión perturbadora e inquietante en el mundo de la pornografía, las nuevas tecnologías y el thriller psicológico resulta una experiencia tan intensa como efectiva, inteligentísima en su resolución de conflictos, vibrante en su ritmo e hipnótica en su intriga.

Entre la más bien fallida 'Insidious Capítulo 3' y la (muy) notable 'El hombre invisible', Leigh Whannell escribió y dirigió esta estupenda 'Upgrade', un frenético thriller de ciencia ficción elevado a los altares por unas escenas de acción realmente impactantes. Es en esos estallidos de violencia donde encontramos los instantes más memorables de una propuesta que te atrapa desde el primer momento, sacudiéndote con fiereza a lo largo del trayecto y concluyendo de una forma tan previsible como eficaz. En definitiva, un espléndido entretenimiento.

Al igual que ocurrió con la estupenda 'Ouija: El origen del mal', 'Eliminado: Dark Web' representa un modelo de secuela ejemplar capaz de superar en prácticamente todo a su predecesora sin tener por ello la necesidad de sacrificar la esencia más característica de la misma. Perdido el factor sorpresa, la cinta dirigida por Stephen Susco conseguía mantener la tensión con suma destreza, aprovechando al máximo los elementos mínimos y reventando expectativas con un desenlace de auténtico vértigo. Una más que agradable sorpresa que demuestra que las segundas partes muchas veces pueden ser buenas que sus antecesoras. Y mejores.

Después de un par de cortos más o menos interesantes, el actor Joel Edgerton se lanzaba de lleno al mundo del largometraje como director con 'El regalo', un debut que se situaba por encima del notable gracias a su envidiable facilidad para manejar la tensión y, sobre todo, para equilibrar sus múltiples giros y sorpresas.

Y es que, más allá de su solida puesta en escena, su modélico ritmo y su estupendo trío protagonista, con mención especial para un espectacular Jason Bateman, 'El regalo' destaca por la intriga medida y controlada de una historia que, además, da pie al siempre interesante debate posterior, reflexión que requiere tanta complicidad por parte del espectador como valentía. Más que recomendable.

'La caza' necesita poco más de quince minutos para hacer que te explote la cabeza. Todo lo que puedas tener pensado sobre ella, los caminos que podría escoger, las posibles bifurcaciones de su historia o el aprovechamiento de su punto de partida, potentísimo, estalla en mil pedazos con un prólogo que, seguimos con las buenas noticias, solamente es el inicio de la fiesta. Liderada por la siempre maravillosa Betty Gilpin, estamos ante una de las mejores películas estrenadas en el pasado año y uno de los tesoros escondidos del sello Blumhouse que más y mayor reivindicación merecen. Un recital de sorpresas, violencia, ingenio, acción y denuncia. Lo tiene todo, vaya.

Escrita y dirigida por Ti West, 'El valle de la venganza' supone la primera y única incursión hasta la fecha de Blumhouse en el terreno del western. Y teniendo en cuenta los resultados, al menos los estrictamente artísticos, sería genial que repitieran la jugada próximamente. Sin inventar nada nuevo, manteniendo intactos algunos de los elementos más representativos y característicos del género, la cinta protagonizada por unos entregadísimos Ethan Hawke y John Travolta tiene clarísimas tanto sus metas como la forma en la que quieren cumplirlas. La excusa que desencadena el estallido de violencia es puro 'John Wick', el asesinato de un animal de compañía convertido en familia, pero 'El valle de la venganza' no necesita más para orquestar un tramo final de puro disfrute. Un pueblo perdido en mitad del Oeste, un tipo sin nada que perder y varios enemigos unidos en su afán por acabar con él. Lluvia de balas, sangre y duelos al sol. Y todos contentos.

De acuerdo, la alargada sombra de 'Dexter' recorre todas y cada una de las escenas de 'Bloodline' pero, oye, al menos la influencia llega de las mejores temporadas de la célebre serie y no de su decepcionante tramo final. Protagonizada por un sorprendentemente contenido Seann William Scott, el debut en el largometraje de ficción de Henry Jacobson da todo lo que promete, sin complicarse la vida ni enrevesar lo sencillo. Litros y litros de sangre, algún que otro giro sorprendente en la historia y un personaje central con el carisma y personalidad suficientes para mantenernos pegados a la pantalla. No hay nada memorable en 'Bloodline', pero todo funciona con una eficacia considerable.

Basada en unos sorprendentes hechos reales que dieron lugar al nacimiento del conocido como síndrome de Estocolmo, 'El captor' es una de las propuestas más extrañas y, en cierto modo, clásicas del catálogo Blumhouse. Sostenida bajo los hombros de las magníficas interpretaciones de Ethan Hawke y, sobre todo, una fantástica Noomi Rapace, la película escrita y dirigida por Robert Budreau ofrece un compacto entretenimiento en el que destacan, además de sus citados protagonistas, un estilo visual ciertamente elegante, una banda sonora repleta de clásicos y un desenlace especialmente logrado. Una rara avis en los últimos años de Blumhouse y, precisamente por eso, todavía más valiosa.

Destrozada en su momento por la crítica e ignorada por completo por el público, 'The Bay' es una de esas películas a las que el tiempo les ha sentado mejor que bien. Sirviéndose del modelo de metraje encontrado, Barry Levinson sorprendía a propios y extraños con una propuesta repleta de grandes momentos, tensión perfectamente equilibrada y más de un golpe de efecto que funcionaba a las mil maravillas. Una cinta que mereció mucha más suerte tras su estreno y a la que, aunque seamos pocos, una parte de la audiencia seguiremos defendiendo como más que interesante cinta de terror ecológico.

El debut de Logan Marshall-Green, encargado tanto del guion como de la dirección, es una de las propuestas más dramáticas e intimistas jamás estrenadas bajo la producción de Blumhouse. Una historia tan pequeña como conmovedora que encuentra en la brillante interpretación de Ethan Hawke la mayor de sus virtudes. En la mirada del actor reside todo el universo interno de un personaje con el que se conecta desde el primer momento, acompañándole a lo largo del camino con las mismas emociones de interés que de emoción. En definitiva, 'En la autopista' es una pequeña gran película siempre dispuesta a ser descubierta.

'The Vigil' es una de esas propuestas en las que todos los elementos funcionan al máximo de su potencial. Con una dirección llena de estupendas ideas, un reparto entregado a la causa, una historia en la que el terror y el drama se equilibran con acierto y una brillante resolución que invita a la reflexión después del visionado, la película del debutante Keith Thomas está repleta de buenas noticias. Al igual que muchísimas otras propuestas, su paso por los cines en 2020 fue más bien intrascendente, por lo que es un momento ideal para rescatarla y celebrarla como lo que es: la última joya de Blumhouse.

La primera media hora de 'Stephanie' es algo muy cercano al prodigio. Treinta minutos en los que el espectador cae rendido al misterio de un relato protagonizado en exclusiva por una niña abandonada a su suerte en una imponente casa donde desarrolla una rutina doméstica con sus dosis justas de oscuridad y fenómenos extraños. Por eso, cuando la película ofrece su primer giro, la sensación de hipnosis disminuye, cediendo mucho más espacio al susto gratuito, el golpe de sonido y la búsqueda de la sorpresa constante. Por suerte, todo vuelve a recuperar el inspiradísimo nivel inicial en un último tramo que funciona de puro impacto, dejando para el recuerdo una brillante escena final. La guinda de una propuesta tan extraña como fascinante.

'Hush' es una de esas propuestas que tiene en su maravilloso punto de partida la mejor de sus virtudes y el mayor de sus problemas. Y es que, un enfrentamiento entre una joven escritora que se quedó sorda en su adolescencia y vive aislada en una casa en medio del bosque y un misterioso hombre enmascarado que aparece una noche para tratar de torturarla de todas las formas posibles, ofrecía un potencial tan alto de suspense, intriga y tensión que, a la vista del resultado final de la película, no queda más remedio que entenderla como algo muy parecido a una ocasión perdida.

Cuidado, no estamos ante un naufragio, ni muchísimo menos, 'Hush' se disfruta y se devora sin opción alguna al bostezo, pero queda la sensación de que Mike Flanagan podría haber sacado mucho más de esta historia, prefiriendo apostar sobre seguro y no arriesgar demasiado en ningún momento. En cualquier caso, nos queda un estupendo mal rato que se ve, disfruta, sufre y olvida con la misma facilidad.